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La
Tasa Tobin
Tres años de historia
Susana E. Merino En diciembre de 1997, Ignacio Ramonet, Director de Le Monde
Diplomatique, publicaba bajo el título “Desarmar los mercados
financieros”[1] un editorial que
por primera vez proponía, luego de veinticinco años de formulado por su
autor James Tobin,[2] el establecimiento
de un impuesto a las transacciones especulativas.[3] En él sugería
además la creación de una Organización no Gubernamental que impulsara la
aplicación de dicho impuesto. Fue tal la repercusión de esta propuesta en
la sociedad francesa que muy pronto quedó constituída la asociación cuya
sigla ATTAC, contenía en principio las iniciales de la Tasa Tobin
(denominación con que, por el nombre de su autor, pasó a conocerse este
impuesto) y cuyos objetivos estarían dirigidos a difundir y propulsar esta
idea en diferentes foros de todo el mundo. Esta asociación cuya sigla fue
transformada luego en Asociación por una Tasa a las Transacciones
financieras especulativas para Ayuda al Ciudadano se ha convertido, bajo
la presidencia de Bernard Cassen, en un poderoso motor que no solamente
aboga por impulsar la propuesta original sino que le ha incorporado un
novedoso propósito: que los
fondos obtenidos se
conviertan en una genuina fuente de recursos para resolver los graves
problemas que acosan a los países menos desarrollados, el hambre, la falta
de educación, los déficit en salud, vivienda, el deterioro ambiental.[4]
Pese al escaso tiempo transcurrido, desde la creación de ATTAC en
Francia, (en la primavera boreal de 1998) su propuesta ha ganado amplia y
rápida repercusión en muchos países de los cinco continentes y es así como
hoy en día encontramos numerosos grupos ATTAC en los principales países de
Europa, América y Africa. La difusión y el interés despertado por su
principal propuesta, el establecimiento de la Tasa Tobin, permiten alentar un justificado
optimismo sobre la posibilidad de avanzar sobre su aplicación en el nivel
mundial. Asi lo atestiguan las múltiples iniciativas encaradas en
diferentes países de Europa, América y Asia como así también en organismos
multinacionales como la Comunidad Europea y las Naciones Unidas. Casi inmediatamente después de conocerse la iniciativa, el Gobierno
de Finlandia fue el primer
país que manifestó su adhesión
a través de su Ministro de Relaciones Exteriores Erkki Tuomioja,
adhesión que reiteró, el 28 de junio del año siguiente ante el Intergrupo creado en el
Parlamento europeo con el auspicio de ATTAC-Francia y con el propósito de
alentar su difusión y posible aplicación. La primera propuesta parlamentaria: Canadá Poco tiempo después el primer país que votó una moción
parlamentaria en tal sentido fue Canadá. En marzo de 1999, apenas unos
meses después de su formulación en Francia, el diputado neodemócrata Lorne
Nystrom, apoyado por Liberales y el
NDP (National Democrat Party) pero con la oposición del “Reform Party”, el
“Progressive conservative” y el “Bloc Quebecois” la presentaba ante
la Cámara de los Comunes de su país bajo la designación M239. En dicha
moción los parlamentarios canadienses solicitaban al gobierno federal que
iniciara contactos con la comunidad de naciones para acordar el
establecimiento de un impuesto sobre las transacciones financieras
internacionales. El entonces
Ministro de Finanzas apoyó personalmente la aplicación del impuesto
y se comprometió a plantear la iniciativa en la reunión de Ministros de
Finanzas de los países miembros del Commonwealth y del G7[5]. Aunque no se
lograron resultados inmediatos la propuesta quedó planteada en sus
términos originales. Los antecedentes de esta iniciativa se remontaban en
realidad a 1995, cuando en oportunidad de una reunión del G7, un pequeño
grupo denominado “Halifax Initiative” se dirigió al Ministro de Finanzas
Paul Martin solicitándole realizar
una encuesta entre los siete países, que allí se hallaban reunidos, sobre
la aplicación de impuestos del tipo Tobin. El tema fue estudiado y sin
embargo, ante las primeras
dificultades surgidas en aquella oportunidad en torno a su
factibilidad y puesta en marcha, rápidamente abandonado. El Sr. Martin
convocó a Robin Round, lider del grupo Halifax, que en ese momento no
tenía inserción nacional pero que apoyaba la idea. A partir de allí el
grupo de Robin y otros
activistas de organizaciones no-gubernamentales como la “Coalición
Ecuménica para la Justicia Económica”, “Result Canada”, el Consejo de
Canadienses, sindicatos de trabajadores y otros comenzaron a construir un
movimiento nacional que dio origen a la presentación del Diputado
Nystrom. El debate en el Parlamento francés El segundo país que abordó la concreción de esta iniciativa, fue el
de su origen Francia.
Previamente ATTAC a través de sus numerosos comités locales y con el
objeto de fortalecer la propuesta había logrado recoger 110.000 firmas de
apoyo, oficialmente entregadas el 14 de octubre del mismo año al Ministro
de Finanzas, Laurent Fabius. En esa oportunidad una delegación de ATTAC,
integrada por su presidente Bernard Cassen y dos de sus miembros René
Passet y Pierre Tartakowsky, fué recibida por el Presidente de la Asamblea
Nacional Francesa, en una audiencia de 45 minutos, en la que dejó
traslucir hallarse vivamente impresionado por los alcances de la
movilización ciudadana impulsada por ATTAC y muy especialmente por el
favorable clima generado por esta iniciativa en la sociedad francesa. En
síntesis se tuvo la impresión de que el Sr. Fabius aceptaba con simpatía
la “enmienda” propuesta y que no existía, el menor ánimo de oponerse a su
tratamiento. ATTAC se incorpora activamente en el seno del Parlamento La idea de ATTAC se centraba en la posibilidad de que su iniciativa fuera considerada como enmienda en la nueva ley de Finanzas del año subsiguiente es decir del 2000. Casi al mismo tiempo, el 19 de octubre, y con el objeto de impulsar su tratamiento se creaba un Comité ATTAC en el seno mismo de la Asamblea Nacional con la participación de diputados de diferente procedencia política, alentados por el antecedente canadiense y por la declaración del Gobierno de Finlandia que, como dijéramos, poco tiempo antes se había manifestado de acuerdo con el establecimiento de dicho impuesto. El Comité inicial de ATTAC en la Asamblea Nacional quedó conformado por un equipo coordinador integrado por: Danielle Bidart (PC Seine - Saint Denis), Gerard Delfa (PRG, Herault), Paul Loridant (MDC) y Luc Melenchon (PS, Essone), a los que se unieron Yves Cochet (Verdes, Val d’Oise), Yann Galut (PS, Cher), Jean Claude Lefort (PC, Val de Marne), Chantal Robin-Rodrigo (PRG, Hautes Pyrenées) y Georges Sarre (MDC, Paris)[6] con el que inmediatamente comenzaron a colaborar los comités ATTAC locales, proporcionándoles la información y el apoyo necesarios. La convicción lograda a través de varias encuestas, que
certificaban que el 60% de la población francesa, consideraba positiva la
aplicación de este impuesto, por tratarse de una medida concreta a favor
de una mundialización responsable, ayudó sin duda a motorizar y a ampliar
las bases del necesario consenso entre los diputados. Casi contemporáneamente el Presidente de Brasil Fernando H. Cardoso, respaldado por un frente Parlamentario de más de 100 diputados de su país, planteaba en la cumbre de Florencia y ante sus pares de los EEUU, Francia e Inglaterra, la conveniencia de establecer la Tasa Tobin Una “Early Day Motion” en el Reino Unido A
principios de diciembre del mismo año se anunciaba la publicación de una
“Early Day Motion”
conteniendo una iniciativa similar en Gran Bretaña. Las “Early Day
Motions” son informes que se colocan regularmente en un panel en el
Parlamento y se refieren a temas aún no tratados pero que persiguen
movilizar a
los diputados y a identificar
quiénes de entre ellos están interesados en conformar eventuales grupos de trabajo sobre
dichos temas. También los periodistas se nutren de estos anuncios para sus
informes de prensa. Su texto hacía referencia a que en los mercados
de cambios se realizan diariamente transacciones por alrededor de 1.500
mil millones de dólares y que la idea de establecer un régimen impositivo
que gravase las especulaciones financieras merecería ser discutida por el
gobierno inglés con sus pares del G8[7], la Unión Europea,
el FMI (Fondo Monetario Internacional) y otros organismos internacionales.
Mencionaba asimismo que esta medida era de fácil aplicación ya que los
intercambios en los mercados monetarios se inician en un 83% en los bancos
y solo en un 8% en el comercio, de modo que podría decirse que el 91% de
dichas transacciones son puramente especulativas. Por otra parte estas
operaciones son diariamente registradas en los bancos centrales los que
luego efectúan las necesarias compensaciones en el Banco de Regulación
Internacional (BRI) utilizando un limitado número de programas
informáticos (siendo los principales Chat y Fed Wire) lo que hace que no resulte difícil establecer interconexiones entre los datos
registrados. Entre quienes apoyaron esta propuesta se encontraban más de cien
diputados de varias tendencias políticas, (el Labour Party, el Liberal
Democrat y algunos conservadores) liderados por el Diputado Harry Barnes.
También el ex Ministro del Tesoro Geoffrey Robinson prestaba su apoyo a la
iniciativa. Mientras tanto en la Asamblea Nacional francesa y el Parlamento
irlandés... Mientras tanto en la Asamblea Nacional Francesa proseguían los
debates previos al
tratamiento del previsto Proyecto de Ley de Finanzas que debía
incluir la enmienda Tobin. El apoyo de los ciudadanos, de los grupos ATTAC
locales y de otras organizaciones
tales como la Tobin Tax Initiative de los EEUU, War on Want de Gran
Bretaña y Halifax Initiative de Canadá y de otros Grupos ATTAC - como el de Irlanda que aprovechó
la actualidad del debate en la Asamblea Nacional Francesa, para instalarlo
en la cámara de diputados del Parlamento Irlandés, - fueron una no desdeñable
contribución al desarrollo de las discusiones en la Asamblea
francesa. El 16 de diciembre se inició el segundo tratamiento del proyecto de
ley de Presupuesto para el año 2000 y fue en esa opotunidad que se
presentó la iniciativa de establecer la Tasa Tobin[8], que por tratarse
de un “artículo adicional” fue mantenido por el gobierno “en reserva” sin
que por tal motivo se lograra definir el momento de su consideración. Esta
situación en modo alguno
desalentó a los diputados empeñados en obligar al gobierno a tenerla en
cuenta y a defenderla luego en el plano internacional. En realidad,
durante dicha sesión los diputados que impulsaban la enmienda se
encontraban en minoría y prefirieron desarrollar sus intervenciones “in extenso” antes que forzar una
votación que momentáneamente hubiera distado de serles favorable. El
objetivo básico residía, más bien, en aquellas circunstancias, en insistir
en las argumentaciones de modo que la proximidad de la Presidencia
francesa de la Comunidad, encontrara a su gobierno convencido de la
importancia de incorporar dicha iniciativa al Orden del Día de su futura
labor en la presidencia de la Comunidad. La argumentación de los diputadosLos siguientes son algunos de las argumentos desarrollados por los
diputados durante el debate en las sesiones de la asamblea: El diputado Yann Galut
basó su exposición en la necesidad de establecer la Tasa Tobin,
debido a que cada vez es mayor el consenso entre quienes reclaman la
regulación de los mercados financieros. “Es necesario,-
expresaba - que el gobierno reflexione seriamente sobre esta
necesidad.” No faltó desde luego quién objetara su inviabilidad en el
nivel nacional opinando que ese tipo de impuesto solo funcionaría de ser
adoptado por toda la Comunidad. Esta objeción fue desde luego claramente reconocida
por los diputados pro Tasa Tobin quienes coincidieron en que, por esa
misma razón debia ser debatida en todos los parlamentos de los países
miembros, lo que sin duda
produciría un efecto cascada en el resto del mundo. El Diputado Jean
Claude Lefort, a su vez,
insistió sobre la importancia de la Tasa Tobin, calificándola de
indolora, ya que no castiga las inversiones productivas, ni las
operaciones comerciales, ni a las personas físicas pero también disuasiva
y estabilizadora y con fuerte potencial para obtener considerables
ingresos. En cuanto a que fuese inaplicable y punitiva para cualquier
estado que quisiera establecerla aisladamente, consideró, que lo mismo
podría decirse de cualquier otro impuesto. A su criterio también los
paraísos fiscales debían ser combatidos con el objeto de que no siguieran favoreciendo las
masivas huidas de capitales. Según sus palabras, la Tasa Tobin tendría
vocación de extenderse por todo el mundo y luego, dado su carácter
disuasivo, desaparecer, preguntándose a continuación “¿no ha reconocido
acaso el Sr Strauss-Kahn que la medida chilena - consistente en establecer un
impuesto a los movimientos de capital de corto plazo que obligaba a todos
los préstamos extranjeros a realizar un depósito compulsivo durante el
término de un año – favoreció la estabilidad sin obstaculizar el ingreso
de capitales del exterior?” La originalidad de la Tasa Tobin es que
propone obtener recursos susceptibles de ser redistribuidos y fundamentalmente dirigidos a los
países menos desarrollados. Luego de Seattle ha quedado demostrado que la
ayuda al desarrollo de los países del sur constituye una prioridad de
primer nivel. El PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo)
ha estimado en 40 mil
millones de dólares anuales la cantidad necesaria para luchar contra la
desnutrición y resolver los problemas de la salud y de la educación del Tercer
Mundo en un plazo de diez años y el establecimiento de un impuesto sobre
los cambios monetarios permitiría obtenerlos. Otro de los argumentos del
Diputado Lefort fue que la creación de la moneda única en Europa facilitaría la introducción de la
Tasa Tobin de manera simple y eficaz, recordando que ya existían algunos países
como Finlandia y Canadá que se habían declarado oficialmente de acuerdo,
pero señalando finalmente que para avanzar sería necesario que Francia
contribuyese a impulsarla. La opinión del Ministro de Finanzas francésEl Ministro Laurent Fabius, expresó también en esta oportunidad,
que no estaría entre los que juzgaran inútil un nuevo debate porque estaba
dispuesto a demostrarle a los diputados Galut y Lefort que el Gobierno
seguía trabajando sobre el tema. Agregando, que para poder estar presente
en el debate había dejado de concurrir ese día, a la reunión del Grupo de
los 20[9], en Berlin, en la que los ministros de
finanzas y los presidentes de los bancos centrales de los países que lo
conforman y que concentran el 85% de la producción mundial están de
acuerdo sobre la necesidad de encontrar medios para enfrentar las principales
vulnerabilidades financieras que aquejan a las economías nacionales.
Mencionó asimismo que más allá de esta posición de
principios los organismos internacionales estaban realizado un enorme
trabajo tendiente a formular
normas prudentes. Esta afirmación se apoyaba en el hecho de haber
sido creado, en el seno del FMI (Fondo Monetario Internacional) el
denominado Foro de Estabilidad Financiera cuyos objetivos eran trabajar en tres espacios
predeterminados: el destinado a establecer una prudente seguridad en los
centros offshore - también llamados paraísos fiscales - el orientado al
control de los fondos especulativos incentivantes y el dedicado a la
supervisión del movimiento de capitales de corto plazo, destacando que el
responsable del Foro había citado precisamente el caso de Chile por haber
sabido implantar medidas tendientes a desalentar el ingreso masivo de los
capitales puramente especulativos. “Créanme, agregaba, que el Gobierno
francés se está esforzando por
lograr una mundializaciòn normativizada y está trabajando con otros gobiernos, en
la regulación de los mercados comerciales y financieros. La Tasa Tobin
constituye un medio entre otros. Lo que sucede es que estamos trabajando
principalmente en otros” En marzo de 2000, añadía, dispondremos seguramente del
informe del Foro de estabilidad financiera y en abril estaremos en
condiciones de discutirlo en el seno del FMI. Terminó insistiendo en que Francia no
puede aplicar individualmente la Tasa Tobin sobre las entradas y salidas
de los capitales y que aunque su aplicación se ampliara al conjunto de la
Comunidad Europea, tampoco sería útil porque le haría el juego a los
centros financieros extra europeos. “Será necesario aún mucho tiempo, -
concluyó, - para que una tasa de esta naturaleza pueda ser aplicada a una
escala que la haga verdaderamente eficaz. Pero, lo repito, esta posición
no impide al gobierno francés el seguir trabajando para acrecentar la
estabilidad financiera en el seno de la economía mundial” La
inminencia de la presidencia francesa de la Unión Europea Con posterioridad el Diputado Alain Barrau manifestó su inexorable apoyo a la propuesta
porque según expresó, estimaba
posible su inclusión en el calendario de la presidencia francesa y
un objetivo político coincidente con el del Diputado Galut, quién había
expresado que “somos cada vez más los que reclamamos una regulación de los
mercados financieros” “El ejemplo referido al IVA demuestra,-
argumentaba -
que cuando solicitamos al Gobierno reflexionar sobre este tema y
elaborar un método de trabajo, lo hace; esto nos ha permitido obtener, en
dos años, reducciones que en principio creíamos imposibles. A partir de
esta base gubernamental podríamos ir más lejos sobre esta importante
cuestión y analizar si la dimensión europea es o no la adecuada”. El Diputado
Gérard Fuchs al hacer uso de la palabra se refirió al hecho de que
Francia asumiría la presidencia europea a partir del 1º de julio del 2000
y que el futuro programa de dicha presidencia se hallaba ya ampliamente
previsto: negociaciones sobre nuevas incorporaciones, reforma
institucional, armonización fiscal... “Estoy, dijo, entre quienes
desean que esta presidencia pueda aprovechar también la oportunidad para
realizar propuestas sobre la regulación del movimiento de los capitales
internacionales”. Informó asimismo que había asumido la
responsabilidad ante la Asamblea de redactar un informe sobre este tema y
que pensaba que el mismo sería también beneficioso para los trabajos del
parlamento y para los del gobierno. El
Diputado Jean-Claude Lefort,
observó luego que en ese debate estaba participando solo la izquierda pero que sus
colegas de la derecha no lo hacían y en respuesta al Ministro consideró
que: “El Gobierno nos dice que encara la adopción de medidas para
regular el movimiento de los capitales, pero nada de Tasa Tobin ¿Y porqué?
¿Qué hay
detrás de este mínimo impuesto de -0,05% que lo hace tan insoportable? Ud.
dijo Sr. Ministro que el caso de Chile había sido citado como un ejemplo.
La idea de adoptar medidas nacionales no tiene nada de inadmisible, ni
desde el punto de vista económico, ni desde el punto de vista intelectual.
Pero yo quiero
insistir especialmente sobre la pertinencia de una acción europea: si
Europa al mismo tiempo que ataca a los paraísos fiscales, dirige al mundo
esta señal, ¿quién podría resistir este movimiento de pinzas? Se lograría
así la masa crítica necesaria. Habiendo estado en Seattle pienso sobre
todo en el problema de los países del sur: esta modesta iniciativa
ayudaría a millares de individuos a reencontrar su dignidad mientras que
los países ricos encontrarían la oportunidad de abrir nuevos
mercados” La intervención posterior del Diputado Galup, estuvo
referida a que estaba
persuadido de que el gobierno francés podría al menos pedir a sus socios
europeos, a los del G8 y a los del G20 estudiar la Tasa Tobin con el
objeto de lograr una mejor regulación de la economía mundial. “Nuestras demanda ha evolucionado, agregó y pienso que
no es nada irreal luego de la cumbre de Florencia en la que el presidente
de Brasil intervino a favor del establecimiento de un impuesto a los
capitales especulativos. Al día siguiente el Sr. Jospin, que junto a
Clinton, Schröder y Blair participaba de esta reunión ¿no
recordó acaso que él
había sido el primero en hablar de la Tasa Tobin durante la campaña
presidencial de 1995?”
“Nadie podría oponerse en consecuencia a que fuera él
quién planteara esta reivindicación, en una primera etapa, a nivel
europeo”.
El
Relator General agradeció
a los señores Galut y Lefort el haber comprendido los argumentos de
la comisión. “En realidad
pienso que respondemos a sus preocupaciones al retomar en nuestra
enmienda la frase " o dispositivos tendientes a luchar contra los efectos
desestabilizadores de los flujos de capitales especulativos
internacionales". Entendiendo que la Asamblea debería poder llegar a
un acuerdo sobre esta propuesta. Después de la votación de la moción M239 en el
Parlamento canadiense y del fracaso de la "enmienda Tobin" en la Asamblea
Nacional, se suponía, sin embargo, que se produciría un avance sustancial durante la
presidencia francesa de la CE en el año 2000 con su prometida
inclusión en el orden del día
de la Comunidad, confirmada por el gobierno. Después de la "Early Day" de
la Cámara de los Comunes, la Tasa Tobin regresó a los debates parlamentarios, esta
vez en Bélgica. La propuesta belga Jacky Morales,
senador del partido "ecologista" y antiguo presidente de dicho partido
presentó, el 15 de diciembre de 1999 ante el Senado belga[10] junto a su par
Michiel Maertens una “Propuesta de resolución para el establecimiento de un impuesto
mínimo sobre las transacciones especulativas en divisas”[11] solicitando al
gobierno estudiar la mejor forma
de establecer una mínima deducción a las transacciones
especulativas en divisas con la recomendación de que el resultado de dichos estudios fuese presentado en la
Conferencia intergubernamental europea del 2001. Desde su aparición en 1999 el
libro “Tobin or not Tobin” de François Chesnais, miembro del Consejo
Científico de ATTAC, ha sido
sin duda piedra angular de las sucesivas propuestas realizadas hasta ese
momento en Canadá, Francia, Bélgica y en los primeros meses de 2000 ante
el Parlamento europeo. Un
representante inglés Glyn
Ford del Partido Laborista y el grupo interparlamentario ATTAC decidieron
proponer en una de las sesiones plenarias que la Comisión y dicho diputado
se abocaran a trabajar sobre
la factibilidad y la pertinencia de la Tasa Tobin. Este trabajo buscaba
además efectivizar la
solidaridad internacional en torno al proyecto. El debate se planteó a
partir de las últimas peripecias parlamentarias sobre la Tasa Tobin y especialmente de
los debates que hubo en Francia en la Asamblea Nacional y en el senado
francés.[12] “ Estoy muy feliz - manifestaba Glyn Ford
- de que la
Comisión y el Consejo respondan a la presión ciudadana y fijen su posición
con relación a la Tasa Tobin. El ingreso anual generado por este impuesto
sería equivalente a cinco veces el monto de la ayuda anual actualmente
destinada por el mundo al desarrollo” Un avance de las ONG en el Reino Unido En el Reino
Unido mientras tanto, la señora Catherine Matheson, directora del
Programa Tobin Tax de la organización War on Want[13] confirmaba que
“Aún antes de pensar en la distribución de estos ingresos, el sentido
revolucionario de la Tasa Tobin consiste en regular la especulación en los
mercados de cambios. Su aplicación eliminará excesos nefastos y permitirá
una mayor estabilidad en las tasas de cambio entre las diferentes monedas.
Proveerá además una gran autonomía a las decisiones de los políticos, a
nuestros representantes en la esfera económica sin el riesgo de las
“sanciones” inmediatas permitiendo a los estados una verdadera política
económica más de acuerdo con sus compromisos electorales” (...) “Mejorar
la estabilidad financiera internacional es un objetivo que compartimos con
el gobierno inglés. Pensamos que la Tasa Tobin es el medio más apropiado
para alcanzarlo y el señor Gordon Brown (Ministro de Finanzas) no lo ha
rechazado” expresaba en apoyo de la intervención del representante
inglés. Sus expresiones contaban con el respaldo de una encuesta sobre la Tasa Tobin realizada, entre más de mil personas, por War on Want que confirmaba esta idea. Sus resultados mostraban que efectivamente en ese momento el 47% de las opiniones en el Reino Unido, eran favorables a su puesta en práctica. La mencionada y similar encuesta realizada en Francia había puesto también de relieve que el 60% de la población francesa estaba de acuerdo La Tasa Tobin en el Parlamento europeo Finalmente a mediados de enero del 2000, más
exactamente el 20 de enero fue presentada en el Parlamento europeo una
resolución firmada por varios grupos de diputados[14]: socialistas del
PSE, Verdes-ALE, la izquierda unida GUE (que incluye representantes del
PCF y de la LCR) y el liberal ELDR, junto a dos miembros del grupo UEN,
liderados por Charles Pasqua. En dicha presentación se solicitaba a la
Comisión Europea elaborar un informe sobre la factibilidad del impuesto
Tobin en el término de seis meses y en el que se examinasen además las
presiones y sanciones financieras que pudieran aplicarse contra los países
que alientan la evasión fiscal o que amparan paraísos fiscales. Esta
moción a la que se opuso - como era de esperar - el comisionado europeo
Bolkestein, fue rechazada por una débil mayoría (229 votos contra 223). El
análisis de la votación mostró que los miembros de los grupos de derecha,
en gran parte liberales y todos los "villieristas"[15] conformaron un
bloque contra esta moción, apoyados por los tres representantes de Lucha
obrera (LO)[16]. Votaron a favor
todos los miembros de los grupos GUE y Verdes-ALE, la mayor parte de los
miembros del PSE, algunos liberales (François Bayrou y Alain Lamassoure) y
la totalidad de los liderados por Pasqua (UEN)[17]. Se abstuvieron un
representante de la LCR[18] y, obedeciendo
imperativas consignas de Tony Blair, un grupo de laboristas británicos. El Secretariado de ATTAC pudo comprobar con
satisfacción que quienes encabezaban la lista, que en Francia habían
firmado el pedido europeo de la asociación, junto a los restantes miembros
de dichas listas, actuaron de conformidad con los compromisos contraidos y
se felicitó por que otros representantes, aunque a título personal, habían
hecho causa común con ellos. Fueron evidentes los resultados de la
militante actividad del comité ATTAC del Parlamento europeo, cuyos
miembros forman parte de la creada comisión "Impuestos al capital,
fiscalización, mundialización". Faltó muy poco, por consiguiente, para que
esta resolución obtuviera la mayoría: hubiera sido suficiente que los tres
votos " en contra" de LO y la abstención del representante de la LCR se
transformaran en votos "a favor". La Secretaría de ATTAC, hubo de lamentar que entre sus
representantes hubieran privado, algunas consideraciones secundarias,
sobre lo esencial, (como
aquellos aspectos de la resolución que no se corresponden efectivamente
con su visión sobre la globalización), tratándose como se trataba de
incorporar positivamente la Tasa Tobin al Orden del Día del Parlamento
europeo. Los representantes de la derecha, no se equivocaron, en su mayor
parte, sobre el significado de la votación. Tampoco la prensa - por lo
general poco atenta a los debates del Parlamento europeo – pasó por alto
la importancia de dicho desafío. En tal sentido
puede considerarse que la Tasa Tobin hizo, en esa oportunidad,
importantes progresos en el seno del Parlamento europeo, convirtiéndose en
estímulo para el lanzamiento o relanzamiento de similares iniciativas en
el ámbito de otros Parlamentos nacionales y despertando además claras
expectativas de búsqueda de nuevos caminos para lograr la sanción de
medidas impositivas sobre los capitales especulativos.
Difusión internacional Basada en esas expectativas surgió en ATTAC la idea de
lanzar una campaña nacional e internacional[19] que, apoyándose
principalmente en los grupos
ATTAC de Europa. Africa y América se abocara a discutir modalidades de
administración y de afectación de la Tasa Tobin que concluyese, en un gran
encuentro en Niza, con propuestas comunes al Norte y al Sur, en
oportunidad de la reunión, bajo la Presidencia francesa, del Consejo
Europeo en diciembre del 2000. Progresos en Gran Bretaña El 19 de febrero del mismo año y con posterioridad al
mencionado tratamiento de la Tasa Tobin en el Parlamento europeo, la
organización inglesa War on Want, principal impulsora de la Tasa Tobin en
Inglaterra, organizó en el Congress House una reunión, presidida por
Catherine Matheson su directora, titulada: “ Finanza Global. La Tasa Tobin
y el Casino de la economía”. Participaron, además, Alan Simpson MP, Grieve
Smith profesor de la Universidad de Cambridge y Gary Brisley un antiguo
comerciante de divisas junto a representantes de ATTAC- Francia. Mientras tanto también en los EEUU, la organización
Tobin Tax Initiative, asociada a ATTAC, continuaba desarrollando su tarea
de difusión y convocando a todos quienes quisieran aportar ideas para
mejorar la moción sobre la Tasa Tobin del diputado Peter De Fazio cuya
presentación ante el Congreso había sido programada para fines de febrero
del mismo año[20] A un año de la primera iniciativa
Como se recordará el 23 de marzo de 1999 el Parlamento
de Canadá había aprobado un
proyecto, el M239, cuyo texto era el siguiente: "Es opinión de la
Cámara que el Gobierno debería establecer un impuesto a las transacciones
financieras de común acuerdo con la comunidad internacional". Pero pese a
que el mismo fuera aprobado por 164 votos contra 83, un año después el
Gobierno, que se había comprometido a adoptar el principio de establecer
un impuesto a las transacciones financieras o Tasa Tobin con el objeto de frenar la
especulación en los mercados de divisas e integrar un fondo internacional
destinado al desarrollo económico y social, se hallaba sumido en el más
profundo silencio. Aquel gesto inicial sin precedentes, que fuera
aplaudido en todo el mundo como señal de una recuperación del control
político sobre los mercados financieros cuyas actividades especulativas
generan el caos en muchos países (México, Brasil, Corea, Tailandia,
Malasia, Indonesia) desde que los vientos de liberalización de los
mercados - bautizados globalización - soplan en todas direcciones y
hacen temblar los fundamentos de las economías de todas las naciones del
planeta, había entrado en un preocupante cono de sombra. Y pese a que ATTAC- Quebec[21] y muchas otras
organizaciones canadienses tales como el Congreso del Trabajo de Canadá,
organismos religiosos y de cooperación internacional, Solidaridad Popular
Québec, la Marcha Mundial de las Mujeres, el Consejo de los canadienses,
la coalición Halifax Initiative - para no nombrar sino algunas -
festejaron esta iniciativa de los diputados canadienses, el Gobierno del
Canadá no realizó ningún esfuerzo por impulsar esta moción
democráticamente aprobada por el Parlamento del país. Ante esta circunstancia ATTAC – Québec decidió
recordarle al Gobierno canadiense los compromisos oportunamente asumidos
solicitándole: ·
Informar a la Cámara
de Diputados sobre cuáles habían sido los esfuerzos realizados ante la
comunidad internacional y cuales las posiciones de los representantes de
los demás países ·
Encomendar estudios
sobre la pertinencia, la factibilidad y los beneficios del establecimiento
de la "Tasa Tobin". Estudios que deberían publicarse y ser presentados
ante los diferentes organismos internacionales (OCDE, G8, G20, FMI, Banco
de regulaciones internacionales, Bancos Centrales, etc) ·
Organizar una
conferencia internacional sobre la Tasa Tobin invitando a los mejores
especialistas (economistas, expertos impositivos, representantes de
ministerios de finanzas de otros países) que ya han estudiado este
tema; ·
Encomendar al Comité
permanente de Asuntos Extranjeros y de Comercio Exterior, realizar
audiencias públicas e itinerantes para explicar los efectos de la
globalización y analizar la factibilidad de la Tasa Tobin y otras medidas
de control de los mercados financieros con el propósito de establecer un
régimen fiscal nacional e internacional equitativo. Sin embargo hasta la fecha de redacción de este
informe no se habían obtenido respuestas del Gobierno canadiense. EEUU y el Llamamiento
Mundial a los Parlamentarios El 11 de abril el Diputado Peter DeFazio y
el Senador Paul Wellstone presentaban, ante el Congreso de los EEUU, un
proyecto de resolución. En esa misma oportunidad los parlamentarios Yann Galut,
Diputado de Cher, del Comité ATTAC de la Asamblea Nacional y Harlem Desir,
Diputado europeo, Presidente del intergrupo "Tasación del capital,
fiscalidad, mundialización" padrino de ATTAC en el Parlamento europeo,
Glyn Ford, diputado europeo del Reino Unido, junto al Diputado Peter De Fazio y al Senador Paul
Wellstone, llamaron en Washington a una Convocatoria Mundial de
Parlamentarios dirigida a impulsar el establecimiento de la Tasa Tobin[22]. Dicha convocatoria tuvo lugar en el transcurso de una
conferencia de prensa realizada en el Capitolio de Washington en presencia
de: Yann Galut, diputado de Cher (Francia), Harlem Désir, diputado europeo
(Francia), Peter De Fazio, representante demócrata de Oregón en el
Congreso (EEUU), Paul Wellstone , senador (EEUU), un co-directivo de la
conducción de los trabajadores del acero (AFL-CIO) y representante de la
"Alliance for sustainable Jobs and environment", Dean Baker del "Center
for economic policy" (EEUU), John Cavanagh del "Institute for policy
studies"(EEUU) y Christophe Aguiton, de ATTAC - Francia. En oportunidad de la presentación ante la prensa del
primer proyecto elevado al Congreso de los Estados Unidos por el congresal
Peter De Fazio en pro del establecimiento de la Tasa Tobin, los cuatro
parlamentarios hicieron pública la mencionada convocatoria.
“La
iniciativa de Peter De Fazio, luego del voto favorable del Parlamento
canadiense, del lanzamiento de un "Frente parlamentario por la Tasa Tobin"
realizado por 100 parlamentarios brasileños, las iniciativas impulsadas
por ATTAC ante varios Parlamentos europeos pone de relieve- dijeron -
que la campaña ciudadana está en tren de ganar para su causa a las
instituciones parlamentarias”. “Ha llegado el momento de concretar una nueva
etapa. Estamos cansados de escuchar en todos nuestros países, que nada
puede hacerse contra la especulación internacional con la excusa de que
los demás países nos estarían dispuestos a comprometerse”. “Queremos demostrar que existe en todos los
continentes, un gran apoyo a favor de un impuesto tipo Tobin para frenar
la especulación, imponer reglas a los mercados financieros y financiar con
el producido de dicho impuesto programas de lucha contra la pobreza y de
desarrollo de los países del Sur”. “Nuestro
objetivo - insistieron - es reunir más de 1000
adhesiones de parlamentarios[23] de los cinco
continentes y lograr que este tema se incluya en el Orden del Día de los
diferentes Parlamentos, así como en el G7 y en el Fondo Monetario
Internacional”. Nuevamente en la Asamblea Nacional Francesa Durante el mismo mes de abril, el Comité ATTAC de la Asamblea Francesa, con el apoyo de 137 parlamentarios, (Senado, Asamblea Nacional y Parlamento europeo) lanzaba una nueva propuesta insistiendo en la necesidad de que la Tasa Tobin fuera analizada en ocasión de la Presidencia Francesa de la UE. En su sesión del 9 de mayo la
Asamblea nacional de Francia
reanudó el debate sobre la
orientación que asumiría la presidencia francesa de la UE, incluyendo la Tasa Tobin como uno de los
puntos de la discusión. En su transcurso el Ministro de Asuntos Europeos
recordó el informe que sobre la Tasa Tobin debería hacer el Ministerio de
Finanzas hacia fines de junio, esperando que el mismo fuese dado a conocer
en el informe final de la Asamblea. Las propuestas se mundializan Mientras tanto un nuevo frente de discusión se abría
en el Pacífico. Representantes de: Japón, Filipinas, Corea, China, Taiwan,
Tailandia, Timor Oriental, Nepal, Nueva Caledonia, Nueva Zelanda,
Australia, Hong Kong, más
Alemania, y Francia, se reunían en sesión preparatoria para la
Conferencia "Global Green 2001", logrando la inclusión en su agenda
de un taller sobre la Tasa
Tobin y la probabilidad de emitir una resolución específica que solicitara
su aplicación. Entre otras consideraciones proponían que “en cuanto a la
distribución del producido, en lo referente a los países que lo perciban,
debería establecerse una moratoria sobre su utilización orientada hacia
las nuevas economías, la formación humana en sus relaciones sociales
(educación, empleo, salud, pobreza), el desarrollo tecnológico y la lucha
contra las desregulaciones en
el medio ambiente”. El 2000 fue ciertamente un año de múltiples
iniciativas sobre la Tasa Tobin. También en Luxemburgo el Sr Francisco
Bausch elevó una propuesta a la cámara de Diputados de ese país, aunque la
respuesta del Gobierno Luxemburgués fue que la eventual introducción de
una Tasa Tobin no figuraba en el Orden del Día de la, en ese momento,
inminente Conferencia Intergubernamental, pero que a cambio de un
compromiso sobre este tema, insistiría en el fortalecimiento del sistema
financiero internacional y de la ayuda pública al desarrollo. Llamamiento Mundial a los Economistas En EEUU la Red Tobin lanzaba contemporáneamente, a
instancias del "Center of Economic and Policy Research" con sede en
Washington, una declaración de expertos económicos, universitarios e
investigadores a favor de la Tasa Tobin. Esta declaración, fue pensada en
el marco de las diferentes iniciativas que se estaban presentando en todo
los continentes como el
Llamamiento Mundial a los Economistas[24], entre cuyos
firmantes figura el mismísimo James Tobin, la insistencia de los diputados
franceses ante la inminente presidencia francesa de la Unión europea, la
red de "ciudades Tobin", momentáneamente en el Brasil, en Canadá, en los
EEUU y en Francia, y el pedido de la ciudadanía francesa dirigido al Sr.
Laurent Fabius (Ministro de Finanzas) cuando fuera Presidente de la
Asamblea, entre otras. El primer encuentro Interparlamentario El 28 de junio se realizaba en Bruselas
(Bélgica) el Primer Encuentro Interparlamentario sobre la Tasa Tobin. El
llamado Intergrupo del Parlamento
europeo “Tributación del capital, fiscalización, mundialización”
apadrinado por ATTAC, y en
cuyas discusiones participaron también otras ONGs como War on
Want SOLIDAR, Preamble
Center, Tobin Taxe Initiative de los EEUU y Halifax Initiative de Canadá,
fue el promotor de este Primer encuentro Interparlamentario sobre la Tasa
Tobin. Los principales temas de debate fueron:
ciudadanos y la creación de una red
interparlamentaria permanente. En su transcurso se acordó que la Tasa Tobin se
fijaría en niveles relativamente bajos y que aspiraría a desalentar la
especulación con el argumento de que una inversión auténtica no sería
penalizada. Con un impuesto del 0,25% los agentes de cambio que realizan múltiples idas y
vueltas, lo pensarían dos veces antes de ejecutar el 80% de las
transacciones sobre divisas extranjeras destinadas a idas y vueltas
especulativas en lapsos de 7 días o menos. Se consideró también que la
Tasa Tobin no detendría totalmente la especulación puesto que las
ganancias superarían ampliamente dicho impuesto pero que seguramente sería exitosa
como acción preventiva generando además ingresos fiscales y comparándola
con otros impuestos similares como los del alcohol o el tabaco. Este Intergrupo creado en 1999 en el seno del
Parlamento europeo se hallaba ya integrado desde el comienzo de la sesión
plenaria realizada en enero del 2000 sobre la Tasa Tobin. En dicho
primer debate la propuesta
fue rechazada, como se dijo, por 6 votos, una resolución que sin embargo
apoyaron 220 diputados europeos, quienes solicitaron, a su vez, la
presentación de un informe sobre su interés, la factibilidad de establecer
la tasa Tobin y el análisis de las sanciones a tomar contra los Estados
que alientan la evasión fiscal y los paraísos fiscales. Los resultados de las reuniones del grupo fueron
realmente estimulantes y permitieron a 400 parlamentarios, firmantes del
Llamado Mundial a los Parlamentarios comenzar a concretar sus compromisos.
Concurrieron 22 miembros del Parlamento europeo, políticos de 12 de los 15
países miembros, otros 14 parlamentarios de otros países y 8 delegados de
las organizaciones no gubernamentales anteriormente citadas. Fue necesario
por lo tanto traducir cada frase a 11 idiomas diferentes. La Red Mundial y las ciudades Tobin Inmediatamente antes, el 23 de Junio en ocasión de la
Cumbre alternativa “ Ginebra 2000” ATTAC y otras ONGs de los cinco
continentes decidieron la creación de una Red Mundial Tobin cuyo objetivo
inmediato era trabajar para influir en la Conferencia de Naciones Unidas
“Copenhague + 5” que se desarrollaría una semana después y lograr en lo
posible que la propuesta Tobin fuera considerada en la Resolución Final de
la Conferencia. En esa misma oportunidad el 27 de junio la ciudad de
Ginebra votaba una resolución de apoyo a la Tasa Tobin de acuerdo con los
siguientes considerandos:
“El Consejo Municipal invita al Consejo Administrativo
a comprometerse a apoyar todas las medidas que traten de poner en
marcha el impuesto Tobin como
así también a solicitar al Consejo de Estado y al Consejo Federal a
establecerlo en los niveles nacional e internacional”
concluía. También la presión sobre “Copenhague+5” se vió
coronada por el éxito ya que en el
sub-apartado 111 (e)[25] de la Resolución
Final quedó explícita la solicitud de que sea realizado un estudio de
factibilidad destinado a determinar las ventajas y desventajas de dicha
fuente financiera para
los programas de desarrollo social y de erradicación de la pobreza.
A partir de entonces quedó integrado un equipo que, dirigido por John
Langmore está estudiando la factibilidad de la aplicación de la Tasa Tobin
a nivel internacional. Después de
Ginebra, en Suiza, fue Génova en Italia, la que decidió autotitularse
ciudad Tobin, precedidas ambas por similares decisiones de Arcata en los
EEUU y de cincuenta municipios franceses. En Arcata (California) su Consejo Municipal votó una proclama pidiendo
la aplicación de la Tasa
Tobin cuyo texto fue leído públicamente por el alcalde y transmitido por la cadena de televisión local.
El consejo
Comunal de Génova votó y aprobó a su vez, con algunas abstenciones, un
proyecto sobre la aplicación de un impuesto a las transacciones
financieras y especialmente la Tasa Tobin cuyo contenido era el
siguiente: “El Consejo Comunal considerando que la mundialización
financiera aumenta la inseguridad
económica y las desigualdades sociales, que humilla a los pueblos, a las
instituciones democráticas y a los estados soberanos responsables del
interés general, que es necesario y posible que los ciudadanos hagan
prevalecer el interés público por sobre el de los mercados financieros y
de las empresas multinacionales; compromete al Alcalde y a la Junta a
lograr que el Gobierno Italiano y los miembros del Parlamento europeo
apoyen y suscriban las siguientes propuestas: ·
Que se
establezca un impuesto sobre todas las transacciones financieras y especialmente sobre
la especulación monetaria (Tasa Tobin) y que el producto sea destinado a
la lucha contra las desigualdades y la desocupación,
Continuaba fortaleciéndose, de este modo, el empeño
por introducir un debate, que no solo se manifestaba en Europa, (nuevas
iniciativas en Italia e Irlanda) en Canadá y los EEUU sino que también
comenzaba a tomar cuerpo en Brasil. Efectivamente ya existía también allí
un “Frente Parlamentario a favor de la Tasa Tobin” conformado por 100
diputados y al que el Presidente Fernando Henrique Cardoso había comprometido su apoyo.
La perseverante labor de ATTAC La principal impulsora de todas estas iniciativas ha
sido sin duda la asociación ATTAC, que hoy cuenta en Francia con más de
30.000 adherentes en más de cien ciudades y que se ha expandido a
Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Chile, Dinamarca, España
Finlandia, Grecia, Irlanda, Italia, Marruecos, los Países Bajos, Noruega,
Canadá, Senegal, Suecia, Suiza,
Túnez, Uruguay,
Paraguay y Bolivia (y próximamente en Perú) La creada Comisión de miembros del Parlamento europeo,
sobre “Impuestos a los Capitales, Sistemas fiscales y Globalización”,
apadrinada por Harlem Desir de Francia y Glyn Ford del Reino Unido, cuyo
principal propósito es
el seguir difundiendo e
impulsando el establecimiento de la Tasa Tobin, no ha cesado de desarrollar, en
dicho Parlamento, un nutrido programa de conferencias, seminarios y
reuniones con organizaciones no gubernamentales de los países del Norte y
con grupos internacionales como el G7, el G20, e instituciones financieras
como el FMI y las Naciones Unidas. Y aunque parezca poco creíble son
intensos y sostenidos los esfuerzos que está siendo necesario realizar
para obtener de gobiernos pretendidamente democráticos una simple respuesta a los pedidos
de encarar investigaciones serias sobre la posibilidad de instrumentar la
aplicación de la Tasa Tobin. La razón más probable es que vivimos en un
mundo en que una minoría rica y sus agentes financieros tienen una
desmesurada influencia sobre los tiempos gubernamentales y que los
impuestos tipo Tobin constituyen una amenaza a su hegemonía. Estos impuestos
significan un vehículo mediante el cual los demás miembros de la
sociedad civil pueden volver a reivindicar su derecho a controlar el
futuro financiero y en consecuencia su futuro político. Como expresa Alex
C. Michalos, Profesor
de Ciencias Políticas de la Universidad de la Columbia Británica
del Norte: “este tipo de impuestos podría generar dos importantes
beneficios. El primero, una tasa básica de, digamos, un 0,02% (sobre una
base de dos puntos), sobre todos los pagos proveería un flujo estable de
ingresos desde el mercado global que permitiría financiar importantes
problemas de la comunidad planetaria, tales como la eliminación de la
pobreza, de los sin techo, las enfermedades y la degradación del ambiente
y también disponer de una reserva para la educación, la alimentación, la
protección y la esperanza. El segundo, un alto impuesto de hasta un 100% sobre los pagos
(un tributo suficientemente eficaz sobre las ganancias del capital) para
volúmenes superiores a lo
normal que posibilitaría a
los gobiernos combatir a los especuladores monetarios imponiéndoles un
tributo en lugar de elevar las tasas de interés que provocan recesión y
desocupación o el agotamiento de las reservas en dinero extranjero. Es
comprensible que a la luz de estas promesas, los impuesto tipo Tobin,
continuarán atrayendo la atención de mucha gente en este preciso momento
de la historia”. “Nadie pretende - agrega - que turbando a los mercados
financieros, estos impuestos resuelvan todos los problemas existentes;
pero creemos que pueden formar parte importante de la reforma de la
arquitectura financiera mundial.”[27] La reconstrucción del Sistema Financiero
Internacional Se creía, como
lo explica Bruno Jetin[28] “que la total libertad de desplazamientos de
los capitales de un extremo al otro del planeta, impulsada por los inversores y
apoyada por los gobiernos de los países del G7, aceleraría el crecimiento
mundial y la reducción de la pobreza. Sin embargo se multiplicaron las más
grandes crisis y se agravaron
la pobreza y los males que la acompañan. ¿Qué soluciones proponen el G7 y
las instituciones internacionales que ellos controlan (el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial)?
Mejor información económica, mayor transparencia de los mercados,
mayor prudencia en el comportamiento de los inversores, la pomposamente
calificada “Nueva arquitectura financiera internacional”. Propuestas todas
ya escuchadas y en parte puestas en práctica sin éxito alguno durante la
crisis de la deuda de los Países del Tercer Mundo, a principios de los
80, que no impidieron la
repetición de las crisis durante los años 90, como la ocurrida en el
Sudeste asiático. En la base de estos fracasos se encuentra la quasi
religiosa creencia en la eficacia de los mercados y la sacrosanta libertad
de desplazamiento de los capitales. “La propuesta de establecer un impuesto
a los mercados de cambios parte de otra lógica. Los mercados financieros
se equivocan a menudo y es
conveniente restringir la libertad de desplazamiento de los capitales. La
idea es muy simple: un impuesto pequeño, del 0,1% por ejemplo sobre cada
cambio de una moneda por otra, permitiría frenar la especulación
monetaria. ¿Por qué?, porque los especuladores, es decir los fondos
especializados en especular, los bancos, las grandes empresas, obtienen
grandes ganancias procediendo al va y viene incesante entre diferentes
monedas, provocando fluctuaciones más o menos acentuadas en las tasas de
cambio. De tal modo que pagando un impuesto se sentirían disuadidos de
continuar cambiando monedas, ya que estas operaciones dejarían de ser
rentables. Las operaciones comerciales y las inversiones internacionales,
mucho menos frecuentes no deberían pagar, sino marginalmente tales
impuestos. Se estima en cambio, según algunas hipótesis, que aumentarían
los ingresos fiscales
Considerando una reducción del 50% sobre la cantidad de
transacciones cambiarias, estas oscilarían entre los 50 y 250 mil millones de dólares
anuales o sea entre 54 y 268 mil millones de euros. ¿A qué podrían
destinarse esos ingresos?” Pareciera
prudente aclarar que si bien existen diferentes propuestas y estimaciones
sobre el monto en que se debiera fijar este impuesto (0,1%, 0,2%
,0,25%,etc.) e igualmente sobre el posible monto de las recaudaciones,
ello se debe a que aún no ha sido posible homogeneizar las diferentes
propuestas con el objeto de acordar un denominador común. Pero en el
aspecto en que existe mayor
consenso es en el posible
destino de los fondos.
Todas las
propuestas prevén que deberían servir primordialmente para reducir las
desigualdades sociales,
financiar el desarrollo y
preservar el medio ambiente, sin por ello eximir a los gobiernos de
sus propias responsabilidades. De acuerdo con el Informe del 2000 del
PNUD, faltan en los países en desarrollo, a escala planetaria, alrededor de 80 mil millones de
dólares para poder asegurar los servicios básicos a toda la población.
Podría utilizarse también parte de estos recursos para financiar la
producción local de medicamentos y el acceso, de los enfermos de Sida,
especialmente en Africa, al cuidado de su enfermedad. Las necesidades no
son, lamentablemente, lo que falta. Falta una decisión política
Según Jetin
“Si el establecimiento de un impuesto a las operaciones de cambio goza
de tantas virtudes ¿por qué hay tanta oposición?” “El desafío es fundamentalmente político. Para los defensores encarnecidos del poder de los mercados está fuera de todo cuestionamiento aceptar un impuesto sobre las ganancias, aunque fueren especulativas, porque sería como reconocer que la libertad de invertir no conduce, después de dos décadas de haber invertido demasiado dinero tratando de probarlo, al mejor de los mundos. En momentos en que se organizan con éxito movilizaciones en oportunidad de todas y cada una de las cumbres internacionales, la adopción de la Tasa Tobin sería visualizada como una gran victoria política sobre la fatalidad de la mundialización liberal. Se comprende así porqué el Gobierno de los Estados Unidos hace todo lo posible por prohibir toda referencia a la Tasa Tobin en las cumbres y en las instituciones internacionales e impedir los estudios de factibilidad y la publicación de obras relacionadas.” “El desafío
es también económico. Los bancos son los primeros actores en los mercados
de cambios y serían las primeras víctimas de la Tasa Tobin. No es nada
extraño, entonces que se opongan salvajemente a ella” ¿Cuáles son los principales argumentos que se oponen a la Tasa Tobin? Y continúa:
“El primero es que este impuesto es impracticable en el plano técnico. Los
expertos responden que las innovaciones técnicas basadas en sistemas de
pago electrónico nacionales, indispensables al sistema bancario y financiero, vuelven su cobro
materialmente posible. Estos sistemas permiten identificar la naturaleza
de las transacciones y especialmente las transacciones cambiarias, y la
identidad de vendedores y de compradores, lo que evidentemente permite
cobrarles dicho impuesto. Existen acuerdos internacionales como los
llamados “acuerdos de Lamfalussy” que datan de 1988, que establecen el
marco jurídico apropiado para que los bancos centrales hagan respetar la
legislación de su país a todo aquel que quiera utilizar su sistema
nacional de pagos electrónicos. Y por lo tanto de hacer respetar el pago
del impuesto. Los paraísos fiscales
y los sistemas privados de pagos llamados “offshore” no podrían
eludir por mucho tiempo esta tasa. Solo existen por el hecho de que no hay
voluntad política de
eliminarlos. Por otra parte, los capitales no pueden permanecer
eternamente confinados en los paraísos fiscales ni usar permanentemente
sistemas de pago privados. Tarde o temprano deben salir para realizar
inversiones y usar los sistemas oficiales de pago. Se podría cobrarles,
entonces, el impuesto con adicionales punitivos. De modo que la Tasa Tobin
es técnicamente posible. Pero, ¿es útil y eficaz?” La Tasa Tobin como
instrumento preventivo “Otro de los frecuentes argumentos es que la Tasa Tobin es ineficaz en el caso de ataques especulativos de gran magnitud, como el que condujo a la explosión del Sistema Monetario Europeo en 1992-93, o como el de la fuga de capitales del Sudeste Asiático. La respuesta es que la utilidad de la Tasa reside especialmente en su capacidad de actuar de modo preventivo impidiendo que pequeños ataques especulativos se transformen, al volverlos no rentables, en ataques de gran tamaño. Si, a pesar de todo, se desatara un gran ataque especulativo sobre una determinada moneda se podría aumentar transitoriamente el monto del impuesto como lo propone Paul Berndt Sphan, exceptuando siempre las transacciones vinculadas al comercio y a la inversión. Anunciando públicamente y por anticipado que el impuesto aumentaría automáticamente si las tasas de cambio fluctúan fuertemente, cualquier Banco Central podría desalentar eficazmente la especulación. Si esto no fuera suficiente, nada impide recurrir a las clásicas medidas de control de cambios como lo hizo eficazmente Malasia en 1998, pese a la oposición de los inversores internacionales. Puede completarse igualmente con un impuesto a los ingresos excesivos de capital, similar al que fuera puesto en práctica hasta hace muy poco tiempo por Chile.” Un sistema
monetario internacional “La Tasa Tobin –
sigue
Bruno Jetin - no es la
panacea universal a todos los males del planeta. Pero podría contribuir
eficazmente a la reconstrucción de un sistema monetario internacional en
el que las tasas de cambio
serían regularmente renegociadas entre los países en función de
objetivos de crecimiento y de desarrollo. Un sistema administrado de tasas de
cambio sería menos utópico y menos costoso en lo que hace a la soberanía
nacional que la propuesta de R. Mundell (que juzga a la Tasa Tobin como
“una idea idiota”) de vincular el dólar, el yen y el euro mediante una
tasa de cambio fija para los países en desarrollo. Teniendo en cuenta la
enorme heterogeneidad que existe entre dichos países, esta propuesta
acentuaría la competencia y tendría devastadores efectos sociales. El
requerimiento expresado por el movimiento social a través de la Tasa Tobin
como medida universal, tiende
por el contrario a recrear la necesaria solidaridad entre el Norte y el
Sur para que finalmente la mundialización beneficie a los pueblos.” Nuevas
objeciones y respuestas En agosto de 2000, el
Ministro de Finanzas francés Laurent Fabius, elevaba al Parlamento el
prometido informe del Ministerio de Economía y Finanzas en el que estimaba
que “la Tasa Tobin es una idea generosa
pero imposible de poner en
marcha por razones técnicas y políticas”. Según dicho informe Francia
no lucharía “por imponerla en el plano internacional” pero en cambio
defendería “cuatro orientaciones: la lucha contra la delincuencia
financiera, la cooperación monetaria regional, el fortalecimiento del
poder del FMI y la puesta en marcha de una “ordenada liberalización
financiera”. Nuevamente Bruno Jetin analiza este informe y señala
que “Si bien uno no puede dejar de suscribir las dos primeras
orientaciones, es inconcebible querer reforzar el poder del FMI sin
realizar la menor crítica a dicha institución. Convertida en el santuario
del dogmatismo ultra-liberal el FMI no ha logrado ni impedir la crisis de
la deuda del Tercer Mundo durante los años 80, ni las repetidas crisis de
la mundialización de los 90, en los que el último ejemplo fue el Sudeste
Asiático. Y lo que es aún peor
las políticas económicas que impuso no hicieron más que agravar
el costo social sin ofrecer soluciones económicas” y agrega que “En
cuanto a la ordenada liberalización financiera es forzoso constatar que
los mercados financieros han sido ya desregulados en lo esencial y la
liberalización ha probado ampliamente su responsabilidad en las recientes
crisis económicas”. Considera luego el juicio negativo del informe
sobre la Tasa Tobin, según el cual: “el lugar de cobro y el monto del
impuesto no estarían definidos, su
influencia sobre la especulación sería limitada y existiría el
peligro de que se produjeran fuertes deslocalizaciones. Es decir que
finalmente no existe consenso político” Las
dificultades técnicas Refiriéndose
luego a las dificultades técnicas mencionadas en el informe, Jetin
recuerda que “la
Tasa Tobin puede ser técnicamente cobrada sobre una base nacional (..) El
mercado de cambios es, por sobre todas las cosas, un mercado interbancario
muy concentrado. En la mayoría de los países los bancos usan para
comunicarse mensajerías electrónicas que permiten identificar la identidad
y la naturaleza de la transacción encarada. Las
transacciones son inmediatamente registradas en cuentas abiertas
en el banco central del país en que se hallan ubicadas. En el caso de una
transacción cambiaria, el proceso es algo más complicado pero igualmente
válido.
Este
trámite es una obligación legal objeto de reglamentaciones. Bajo el
control del Banco de Regulaciones Internacionales (BRI) estos sistemas de
pago nacionales están
en camino de homogeneizarse sobre el plano técnico y legal a escala internacional. Ofrecen la ventaja
de asegurar rapidez y seguridad en los pagos,
mecánica absolutamente necesaria para los bancos que no estarían dispuestos a
abandonar por la instalación de
un impuesto mínimo”.
“De modo que gracias a las innovaciones tecnológicas,
es técnicamente posible en la mayoría de los países establecer un impuesto
sobre las transacciones financieras realizadas en monedas diferentes y
girar lo recaudado al Banco
Central
que sería el encargado de asegurar
su administración.
Recordemos
que los bancos centrales ejercen el derecho de rechazar el acceso al
sistema nacional de
pagos a
todo agente
financiero que no respete la legislación nacional. De modo que un
agente financiero localizado en un paraíso fiscal que no aplique la Tasa
Tobin podría ver denegado su acceso al sistema de pagos de los Estados
Unidos o de la Unión Europea, si estos países establecieran dicho
impuesto. Los traslados o deslocalizaciones perderían gran parte de su
interés. Algunas de las otras ventajas de este modo de recaudación serían
que se involucraría a todos los productos financieros, se limitaría la
burocracia a su mínima expresión y al mismo tiempo las posibilidades de
corrupción.” ¿En qué niveles debe ubicarse la Tasa para ser
eficaz? “El informe de Fabius critica el impuesto
argumentando que tendría poca eficacia sobre la especulación. Tampoco
propone otras medidas y sería disparatado imaginar que un FMI fortalecido
se transformaría en opositor a la e “La finalidad de la tasa es impedir estas
transacciones, volviendo poco o nada provechosas la acciones especulativas
iniciales de escaso valor. Si, a pesar de todo, la especulación se
desarrolla y provoca fluctuaciones en las tasa de cambio de entre el 3 y
el 5% por ejemplo, se aplica entonces un impuesto mayor. El carácter
automático y conocido del incremento del impuesto reforzaría su carácter
disuasivo. La Tasa Tobin actúa pues de manera preventiva y permitiría, por lo tanto,
estabilizar las tasas de cambio monetarias. Si a pesar de todo se desata
un gran ataque
especulativo, variando la
paridad monetaria, en pocas semanas, en un 30 o un 50% es evidente que la
Tasa Tobin sería insuficiente. Hemos dicho siempre que en tales casos
habría que apelar a medidas aún más fuertes, estableciendo controles a las
tasas de cambio como se hiciera alguna vez en Francia y más recientemente
en Malasia.” “El informe, que juzga insuficiente la Tasa Tobin,
tampoco propone que Francia luche porque cada país tenga el derecho de
reestablecer el control de cambios en momentos de crisis. Por falta de
coraje político seguramente o
por miedo a no lograr consenso. Pero también es cierto que los
combates que no se llevan a cabo están siempre perdidos. Otra elección es
posible” concluye Jetin. En
Latinoamérica En
Chile
el senador demócrata cristiano José Lavandero, presentaba a principios de
julio de 1999 una ponencia[29] sobre el
establecimiento de un impuesto a las transacciones financieras, en el
Senado chileno en la que expresaba
entre otros conceptos que
la asociación ATTAC – Capítulo Chile, organización integrada por la
Alianza Chilena por un Comercio Justo y Responsable, académicos y otras
organizaciones sociales, preocupada por los “devastadores efectos de la
transnacionalización y principalmente por la falta de control y la
creciente desregulación financiera” se hallaba abocada a impulsar el
establecimiento del impuesto Tobin, que además tendría como antecedente en
su país la propuesta realizada en 1978 por el economista y senador
Alejandro Foxley, consistente en un impuesto a las transacciones en
divisas. En
la Argentina entre
octubre y noviembre se
presentaban dos nuevas iniciativas. La primera impulsada por el senador
provincial de Entre Rios,
Daniel Rosas Paz y la segunda por el legislador capitalino Patricio
Echegaray. El senador entrerriano expresaba en un Proyecto de Comunicación
que el Senado de aquella provincia vería con agrado que el Congreso de la
Nación adoptase las “medidas legislativas que fuese menester para
avanzar sobre la implementación
a nivel internacional de la Tasa Tobin” y proponía que “ se
remitan copias del proyecto a los Diputados y Senadores de la Provincia de
Entre Ríos en el Congreso Nacional para que apoyen la presente iniciativa
con propuestas concretas de legislación sobre la Tasa Tobin en nuestro
país” Reflexionaba en los
fundamentos el senador Rosas sobre el impacto que puede generar entre los
que no tienen trabajo el saber que en una sola operación especulativa se
pueden ganar miles de millones y agregaba que si hoy en día los Mercados tienen
más poder que los gobiernos mismos, el pueblo, como en 1810, (en
oportunidad de nuestro primer grito de libertad, siendo aún colonia
española) “ quiere
saber de qué se trata”. El
Legislador Patricio Echegaray presentaba casi contemporáneamente en la
Legislatura de la Cudad autónoma de Buenos Aires un Proyecto de
Declaración que consideraba que: “La Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires vería con agrado que los Diputados y Senadores que representan a la
Ciudad de Buenos Aires, promovieran en sus respectivas Cámaras de
pertenencia proyectos dirigidos a apoyar la creación
de
un impuesto
sobre las transacciones financieras internacionales, y se dirigieran al
Poder Ejecutivo Nacional a fin de que esa imposición fuera coordinada con
los países que integran el Mercosur y la ALADI”. Como parte de sus fundamentos en lo que al caso
específico de la Argentina se refiere, Echegaray expresaba: 1.
“Durante la Dictadura Militar y con Alfredo Martínez de Hoz como
Ministro de Economía se produjo la APERTURA DE LA CUENTA DE CAPITALES tal
como demandaban las orientaciones de política económica de los principales
centros financieros y organismos multilaterales, junto a las CTN y los
bancos transnacionales. La consecuencia directa ha sido la transformación
del mercado local en un centro favorable a la especulación financiera
internacional. Entre otros efectos, allí debe ubicarse el incremento
inusitado del endeudamiento público entre 1977 y 1983 al momento de la
instalación del gobierno constitucional. La deuda pasó de 7.800 millones a
43.000 millones. 2.
En la década del 90 se potenciaron los mecanismos especulativos.
Primero con las privatizaciones, que representaron una gran oportunidad de
rentabilidad para capitales externos y grupos económicos locales altamente
concentrados. Luego con la Reforma previsional de 1994 que buscaba alentar
un mercado de capitales financiado por los trabajadores y que hoy maneja
cerca de 20.000 millones de pesos (equivalentes a dólares). En todo el
periodo se alentaron mecanismos bursátiles y extrabursátiles para
alimentar las ganancias de capitales externos ávidos de fáciles ganancias.
Durante la década del 90 ingresaron 180.000 millones de dólares. Una
porción mínima se constituyó como Inversión Externa Directa y gran parte
tuvo destino a actividades especulativas. La deuda pasó en la década de
63.000 millones a 140.000 millones. Entre ingresos y salidas de capitales
hubo un saldo de 105.000 millones. Se estima al mismo tiempo que existen
otros 115.000 millones de capitales
argentinos en el exterior. Se trata de una cifra que supera
ampliamente los 85.000 millones que se reconocen como depósitos del
sistema financiero argentino. 3.
Durante la dictadura militar el presidente del BCRA Domingo Cavallo
transformó la Deuda Externa Privada en Pública. En los 90, el Estado
argentino financió otra vez la acumulación de ganancias de los capitales
más concentrados y utilizó el mecanismo del endeudamiento público. Vale
mencionar que fue el mismo Cavallo el que inspiró el régimen de
convertibilidad que rige desde 1991 hasta la actualidad y que funciona con
base en el ingreso permanente de capitales externos, que al 2000
representa una necesidad financiera de 18.000 millones anuales. La
apertura de la cuenta de capitales, instalada durante la dictadura
militar, es el instrumento que permite el funcionamiento de la
convertibilidad y el privilegio de la ganancia a costa de los salarios, el
gasto público social y los ingresos de la mayoría de la población. 4.
En los 90 vuelve a crecer el endeudamiento privado con peligro de
ser transferido a la esfera pública. Además, en ese periodo se
transformó la deuda con bancos transnacionales en títulos públicos,
modificando así la estructura de endeudamiento y legalizando una deuda
ilegitima e incobrable, es más, muchas veces cobrada en estos años. El
libre movimiento de capitales en la Argentina ha sido el instrumento
utilizado en los últimos 25 años para favorecer los cambios regresivos del
capitalismo local y generar una mayor dependencia y vulnerabilidad externa
de la economía local y sus
consecuencias sociales directas el incremento del desempleo y la pobreza.
Esto conlleva la potencialidad de un ataque externo sobre la moneda local,
al estilo de las crisis del tequila (94), asiática (97), rusa (98),
brasileña (99) y con regresivas consecuencias. Vale mencionar que luego de
la crisis mexicana se operó en el país una fuerte concentración y
extranjerización de la economía en todas las ramas, particularmente en la
banca. Así, si en 1991 existían 167 bancos, de los cuales 35 eran
públicos, 101 eran privados nacionales, y 31 extranjeros; ahora quedan 94,
de los cuales 15 son públicos, 39 privados nacionales y 40 de capital
externo, contando estos con el 51% de los activos. 5.
Ya bajo el gobierno De la Rúa y transitado los primeros 6 meses de
gobierno, el balance semestral da cuenta de un ajuste de gastos en
relación al mismo periodo del año anterior del orden de los 100 millones y
al mismo tiempo un crecimiento de los intereses pagados por casi 600
millones. Ello demuestra que el ajuste fue absorbido por el mayor peso de
los intereses de los acreedores externos. El resultado, entonces, es que bajo la APERTURA DE LA CUENTA DE
CAPITALES, solo se obtienen importantes ganancias para el capital más
concentrado, principalmente externo e invertido en mercados especulativos,
agravando recurrentemente la situación social de millones de argentinos.
Se impone poner freno a esos mecanismos y la Tasa Tobin actúa en ese
sentido”. Bélgica no
se rinde El 15 de diciembre la Comisión de Finanzas
del Senado belga por iniciativa de varios senadores, Verdes, Socialistas y
Social-cristianos insistía en votar
una propuesta firmada y aprobada por todos sus miembros (incluido un
liberal) cuyo contenido expresaba que teniendo en cuenta: 1-Las dramáticas consecuencias de las crisis
financieras sobre el desarrollo. 2-La necesidad de garantizar un mejor control de los
mercados financieros. Solicita al
Gobierno: 1–Aprovechar la ocasión de la próxima Presidencia
belga de la UE para tomar la iniciativa de ejercer un mayor control sobre
los mercados financieros. 2 –Analizar las modalidades de puesta en marcha de un
impuesto sobre los flujos de los capitales internacionales. El Gobierno
debe comunicar al Parlamento sus puntos de vista con tiempo suficiente
como para que este pueda discutirlo antes de la Presidencia belga. 3 – Presentar propuestas concretas al FMI. 4 – Formular propuestas concretas destinadas a
fortalecer el papel del FMI en tiempos de crisis, garantizando una
equilibrada defensa de los intereses de los países acreedores y deudores y
asociar al sector privado en la prevención y el manejo de las crisis... Los senadores belgas consideraron también que en
ocasión de la Asamblea General de FMI debería solicitársele a sus
miembros una mayor
transparencia en sus sistemas
bancarios y financieros y el fortalecimiento de prudentes normas nacionales de control.
Incluían asimismo el requerimiento de fortalecer al máximo el papel del
FMI en tiempos de crisis en cuanto a establecer medidas que garanticen una
equilibrada defensa de los intereses de acreedores y deudores y asociar al
sector privado en la prevención y manejo de las crisis financieras,
asumiendo responsabilidades específicas en dicho marco Como se recordará una presentación similar había sido
presentada y aprobada por la Cámara de Diputados belga en el anterior mes
de noviembre. Por otra parte
el Intergrupo “
Tasación del capital, fiscalización y Mundialización” realizó en Bruselas, el 27 de
junio de 2001 una audiencia
pública que trató, en rueda de economistas, algunos tópicos como: aspectos
políticos, técnicos, factibilidad y condiciones de la puesta en marcha de
la Tasa Tobin, cómo
recaudarla, cuáles serían sus efectos si en un primer momento se
estableciera solo a escala europea, como evitar los riesgos de la evasión
fiscal, cual sería el monto de los fondos, quién los administraría y a qué
convendría afectarlos prioritariamente y algunos otros que permitirán
seguir avanzando sobre la base de algunos estudios ya realizados. Entre
los expositores aportaron sus conclusiones : Paul Bernd Spahn de la
Universidad Goethe de Frankfurt, Anthony Clunies-Ross de la Universidad
Strathcly de Glasgow y Bruno Getin de la Universidad Paris XIII quién a su
vez fué el portavoz de los últimos trabajos realizados por el Comité
Científico de ATTAC. Estas intervenciones fueron seguidas por una mesa
redonda relacionada con la inminente presidencia belga de la UE, de la que
participó el Ministro de Economía y de Investigaciones Científicas de
Bélgica, Charles Picqué y se insistió en que durante dicha presidencia se
incorpore el programa aprobado en ambas cámaras y por el Consejo de Ministros belga
en diciembre del 2000, referido a la realización de estudios de
factibilidad y sobre la oportunidad de la aplicación de una tasa a la
especulación. España se suma en los niveles nacional, autonómico
y local Durante el año 2000 (mayo, junio y setiembre) vieron la luz, en España, varias iniciativas. La primera de un grupo de Parlamentarios socialistas, cuyo debate está aún pendiente. La segunda la de un Grupo Mixto que solicitaba al gobierno estudiar las posibilidades de su establecimiento e impulsar en el seno de la UE su puesta en marcha, promoviendo un plan internacional para su aplicación. Esta propuesta fue rechazada por la votación en contra del Partido Popular. Y la tercera fue la aprobación por el Consejo Insular de Ibiza y Formentera (Islas Baleares) de una moción en la que manifestaba "su apoyo a la implantación internacional de la tasa Tobin". El 24 de noviembre se presentaba una nueva iniciativa sobre el establecimiento de la Tasa Tobin. Se trataba de una proposición, no de Ley, sobre la puesta en marcha de una tasa sobre los movimientos internacionales especulativos, presentada por el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista ante las Cortes de Aragón y en la que solicitaba su tratamiento en el Plenario de dichas Cortes.[30] Con anterioridad el Diputado Joan Saura y el Senador José Cabrero habían solicitado a su gobierno la creación de un Comité que estudiase el establecimiento de un sistema impositivo sobre los movimientos especulativos de los capitales. Poco después, en diciembre, el Grupo Parlamentario
Mixto presentó una proposición no de ley ante el Parlamento balear que fue
aprobada en abril de 2001. En virtud de la misma, este Parlamento acordaba
"apoyar la creación en el seno del Congreso de los Diputados de una
Comisión de estudio específica sobre las condiciones de establecimiento a
nivel internacional de la llamada tasa Tobin con el fin de gravar las
transacciones financieras especulativas en los mercados de cambio y para
reunir fondos a favor del desarrollo humano y ecológicamente sostenible de
los países empobrecidos del planeta". Más recientemente, el Parlamento de Asturias ha
aprobado una proposición no de ley que manifiesta la necesidad de
"introducir criterios y mecanismos que garanticen que los movimientos
internacionales de capital contribuyen al desarrollo humano, a la
superación de las desigualdades existentes entre pueblos y sectores
sociales y al equilibrio ambiental"; expresa la voluntad de esta
institución de "participar y colaborar con los foros e iniciativas
institucionales y parlamentarias que sobre esta cuestión se planteen" e
insta al Consejo de Gobierno a dirijirse al Gobierno del Estado con el fin
de que "éste eleve a la comunidad internacional, a través de los foros
pertinentes, la necesidad de establecer con carácter urgente la Tasa
Tobin". También los Ayuntamientos catalanes de
los municipios de L'Hospitalet, La Llagosta, Rubí, Badalona, Barcelona y
Terrassa (que suman más de una tercera parte de la población total de
Catalunya) han adoptado mociones municipales que explícitamente censuran
el actual curso de la globalización financiera y defienden la aplicación
de la Tasa Tobin. En mayo de 2001 un senador de Izquierda Unida promovía
una interpelación en la que planteaba “ la necesidad de crear una comisión
de estudio para la puesta en marcha de una tasa sobre las transacciones
especulativas en los mercados de divisas, así como el establecimiento de
mecanisos democráticos de regulación y control de los mercados del sistema
financiero” El Ministro de Economía Rodrigo Rato, en respuesta a la interpelación, calificó al debate de “esotérico y
estéril” y alegó que el impuesto además de perjudicar la libertad de
movimiento de los capitales plantearía cuestiones fundamentales que aún
están por resolver como qué organismo fijaría y administraría la tasa. De
modo que , según el Ministro, estos interrogantes retrasarían casi
indefinidamente la implantación de la tasa y “la lucha contra la
pobreza y el hambre no pueden esperar tanto” (!) En junio de 2001 una delegación de ATTAC-Cataluña
compareció ante el Parlamento catalán con el objeto de reivindicar el
establecimiento de la Tasa Tobin y solicitar el pronunciamiento sobre su
instauración. Su propósito era contribuir a la aprobación de dos propuestas
no de ley sobre este impuesto presentadas en el Parlamento de Cataluña por
dos partidos políticos de izquierda (Catalunya-Verts y Grupo Socialista-
Ciutadans pel Canvi) Surgen los primeros apoyos en Oriente Durante la
Primera Cumbre 2001 para el Desarrollo Sustentable, organizada por el
Instituto Tata de Investigaciones Energéticas realizada en Delhi, India,
el Primer Ministro indio, Atal Behari Vajpayee, propuso en su
discurso inaugural establecer
en el nivel internacional un impuesto a los flujos de capital entre países
desarrollados y de los capitales repatriados desde los países en vías de
desarrollo. Este dinero podría ser destinado a un Fondo Internacional de
Lucha contra la Pobreza. Participaron de esta Cumbre Dirigentes
internacionales, intelectuales, ecologistas. A su sesión inaugural
concurrieron Mark Mallow Brown administrador del PNUD (Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo) y Maurice Strong, Presidente de la
Universidad de la Paz de la ONU. Vajpayee insistió igualmente sobre la necesidad de
incrementar significativamente los recursos de los gobiernos de los países
en vías de desarrollo para que puedan concretar sus proyectos de
desarrollo y sus programas de erradicación de la pobreza. Subrayó también
la necesidad de aumentar las instituciones bilaterales y multilaterales.
“Esto implica por parte de los países industrializados una voluntad
política mucho más fuerte que la que hoy en día se comprueba”
agregó. “Lo que nos
hace falta es una
estrategia coherente y global a escala mundial que implique la total
movilización de nuestros recursos económicos, sociales, culturales y
tecnológicos” dijo, destacando que un modelo económico estrechamente
limitado no podrá jamás acabar con la pobreza mundial ni desembocar en un
modelo sustentable Apoyándose en
datos del BM dijo que un sexto de la población mundial se reparte el 78%
de los ingresos mundiales mientras que las 3/5 partes de la población
mundial vive en los 61 países más pobres que solo cuentan con el 6% de los
ingresos mundiales. Según el Instituto WIDER crecen aceleradamente las
desigualdades económicas y cada vez hay más pobres, tendencia que se
agudizará en el próximo decenio. Un reciente análisis del BM revela que
las barreras aduaneras de los países ricos y las subvenciones agrícolas
cuestan a los países en vías de desarrollo – por pérdida de oportunidades
de exportación – mucho más que lo que reciben como ayuda. Suecia, ante su próxima presidencia de la UE En Suecia la Diputada Primera Ministra Lena Hielm-Wallen declaró ante ATTAC: “Estoy de
acuerdo con la Tasa Tobin” Esta declaración precedió a la presidencia de la UE que esta ejerciendo actualmente
Suecia hasta junio del
2001. Anteriormente los miembros del Intergrupo “ Tasación del capital, Sistemas Fiscales y Globalización” habían decidido hacer una apelación oficial a la Presidencia del Consejo europeo de la UE para que reiteren la iniciativa llevada a cabo durante la Presidencia Francesa de la Unión. Durante las próximas sesiones plenarias del Parlamento en Estrasburgo, plantearán verbalmente algunas cuestiones relacionadas con la posición del Consejo y las iniciativas de la Presidencia sueca con relación a la Tasa Tobin. Además, se plantearon debates similares en el Parlamento sueco. En el Foro Social Mundial Entre el 28 y 29 de enero de 2001 en el marco del Foro Social
Mundial se realizó un Foro Mundial de Parlamentarios al que concurrieron
multitud de delegados de diferentes países con la intención de afirmar que
existen alternativas a las políticas liberales encarnadas por el Foro
Económico Mundial convocado,
como sucede anualmente en la misma fecha, en Davos (Suiza). A
un año de las movilizaciones
de Seattle, este Foro fue la oportunidad de medir el dinamismo de las
resistencias ciudadanas y populares a la globalización neoliberal y de
trazar nuevas perspectivas de acción solidaria y a su vez medir las desastrosas consecuencias para
la democracia y las condiciones de vida de crecientes sectores de los
pueblos del Sur, pero también del Este y del Norte provocadas por las
políticas de las
instituciones financieras internacionales, la organización Mundial del
Comercio y el G7. “Nuestro
papel - coincidieron los
parlamentarios
- debe ser prestar
apoyo a los sindicatos y a las organizaciones sociales comprometidas con
la puesta en marcha de alternativas al orden neoliberal y actuar de modo
que sus luchas encuentren una verdadera traducción legislativa”. “Nos
asociamos por lo tanto a las campañas que se vienen desarrollando : contra
el inmoral mecanismo de la deuda, a favor de la abolición de las deudas de
los países pobres, a favor del establecimiento de un impuesto a los
movimientos especulativos del capital mediante la aplicación de una tasa
tipo Tobin, a favor de la supresión de los paraísos fiscales, de una
profunda reforma de la OMC y de
las demás instituciones financieras y de la puesta en marcha de lo
compromisos ecológicos aprobados en la Conferencia de Río 1992. Por el
rechazo al patentamiento de los seres vivos y por el éxito de la Marcha
Mundial de las mujeres contra toda forma de discriminación, violencia y
degradación de su dignidad.” “Rechazamos además la mercantilización y la privatización de los
bienes y de los servicios públicos vinculados a las necesidades básicas de
los pueblos.” “En consecuencia crearemos una red internacional de
parlamentarios dispuesta a coordinar nuestro accionar en nuestras
respectivas asambleas, a apoyar eficazmente el accionar de los movimientos
sociales y ciudadanos y a convertirlos en interlocutores privilegiados en
nuestros parlamentos, para encontrar juntos nuevas alternativas”. De este modo los parlamentarios reunidos en Porto Alegre sentaron
las bases del entendimiento recíproco y manifestaron su voluntad de ser
verdaderos intérpretes de la voluntad y de las necesidades ciudadanas,
incorporando a su trabajo iniciativas que como la Tasa Tobin, impulsada por
ATTAC, contribuyan a generar recursos para solucionar los graves problemas
que aquejan a las sociedades que representan. En el Río de la Plata En la República Oriental del Uruguay, el senador José Korzeniak, en colaboración con ATTAC-Uruguay, presentó a fines de mayo de 2001 un proyecto de ley por el cual propone que “el estado uruguayo impulse en todos los niveles de sus relaciones internacionales – bilaterales, subregionales, regionales, continentales y mundiales – la aplicación de una tasa a las transacciones financieras especulativas del 0, 1 al 1% (conocida como Tasa Tobin)” Mientras se concluía
este informe una nueva iniciativa hacía su presentación en la Cámara de
Diputados de la Nación Argentina. Efectivamente el 3 de mayo de 2001 quince diputados de
diferentes partidos políticos elevaron a la presidencia de la Cámara de
Diputados un Proyecto de Resolución por la que se recomendaba al Poder
Ejecutivo que a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio
Exterior y Culto y de los organismos que corresponda, se exprese “el
apoyo de la República Argentina, como ya lo han manifestado numerosos
países del mundo, a la puesta en funcionamiento de un gravamen a las
transferencias financieras internacionales de corto plazo.” Asumida su consideración por parte del Consejo Académico de
ATTAC-Argentina, surgió una interesante propuesta que nos parece oportuno
consignar: se estima que probablemente el organismo o institución más
adecuada para definir y participar en la decisión del posible destino y
administración de los fondos así recaudados sería sin duda el Foro Social
Mundial convenientemente adecuado a tal fin. Esta propuesta como así también algunos de sus principales aspectos son actualmente objeto de análisis y de consideración por parte de dicho Consejo Académico que ha considerado oportuno realizar un exhaustivo estudio sobre las posibilidades de aplicación de la Tasa Tobin en nuestro país. Y como corolario el 5 de julio de 2001 se realizó en el Congreso de
la Nación Argentina la segunda reunión del grupo de parlamentarios que
están impulsando, en nuestro país, con el apoyo de ATTAC- Argentina, el
establecimiento de la Tasa Tobin. Durante el transcurso
de dicha reunión, celebrada en el salón de los Pasos Perdidos del
Honorable Congreso de la Nación, los diputados convocantes con
la presencia
de senadores nacionales y provinciales y legisladores locales que han
presentado proyectos en el mismo sentido, la prensa y los miembros del
Comité Coordinador y del Consejo Académico de ATTAC - Argentina, hicieron
entrega a nuestra Asociación
de las Firmas de adhesión al Llamamiento Parlamentario Mundial.
En dicha oportunidad hicieron uso de la palabra algunos de los Parlamentarios y de los miembros de ATTAC-Argentina con el objeto de puntualizar algunos aspectos de sus objetivos y puesta en marcha. Fue propósito además de dicha reunión, impulsar la conformación del Grupo ATTAC de Parlamentarios con el objeto de seguir trabajando y concretando la formulación del proyecto que permita establecer las bases de aplicación de la Tasa Tobin. Un enfoque auxiliar El 14 de marzo
de 2001 en el Parlamento europeo de Estrasburgo, el intergrupo de
Parlamentarios " Tasación de los capitales, fiscalidad, mundialización"
presentaba el libro "Revelacione$" de Ernest Backes y Denis Robert.[31] En el explican que todas las
transferencias bancarias realizadas en Europa pasan, en principio, por
agencias de clearing, especie de cuenta-cheques postales por donde
transitan todos los capitales y los valores mobiliarios, acciones y
obligaciones de los bancos que cooperan con estas agencias. Estos
organismos tienen como clientes bancos y sociedades comerciales o
industriales que les confian el cuidado de equilibrar el saldo de las
operaciones de transferencia. “La técnica del clearing nació con el crecimiento logarítmico de la circulación internacional de
capitales. Si se tratara de
identificarlos, de determinar el motivo del movimiento, especulación o
inversión productiva, su origen y destino, es en las sociedades de
clearing en donde podría hacerse y en consecuencia es allí adonde podría
percibirse la Tasa Tobin”,
agregan. “Estamos tocando el corazón del sistema, de un
sistema en el que se concentran los flujos de capital, un "tubo", un canal
como los mismos dirigentes de las sociedades de clearing lo definen”. En consecuencia concluyen " No es suficiemte que
los ciudadanos sepan que existe la Tasa Tobin, es necesario organizarse
para imponerla.” Nuevas adhesiones Finalmente, es de destacar que, en el marco del Llamado a los Parlamentarios que apoya la Tasa Tobin, lanzado en Washington en abril del 2000, nuevos parlamentarios de todo el mundo prosiguen adhiriendo permanentemente a esta propuesta. Merecen citarse la adhesión de varios países africanos y la del ex primer Ministro de Finanzas de Austria, Rudolf Edlinger. Son actualmente más de 600 los Parlamentarios[32], representantes de
32 países de los cinco continentes, que han firmado la Convocatoria El siguiente listado
incluye los 10 países con mayor cantidad de Parlamentarios
firmantes: Reino Unido: 142 – Francia: 129 – Suecia: 72 – Bélgica: 50 –
Argentina: 36 – Canadá: 33 – Italia: 29 – España: 20 – Alemania: 17 –
Dinamarca : 11 - Australia:10 El Intergrupo del Parlamento europeo “Tasación del capital,
fiscalización y Mundialización” se congratula por el anuncio dado a
conocer hoy por la futura presidencia Belga de la Unión Europea, en que
informa que incluirá en el Orden del Día del Consejo ECOFIN a realizarse
entre el 22 y el 23 de setiembre de 2001 en Liège, el tema de la Tasa
Tobin. El anuncio ha sido ocasión para la realización de reuniones sobre
la Tasa Tobin de economistas convocados a una mesa redonda sobre la
Presidencia belga a la que asistieron Charles Picqué, ministro belga de
Economía e Investigaciones Científicas, el senador belga Guy Monees, la
Vice-presidente de ATTAC- Francia Susan George y la representante de las
redes belgas contra la especulación financiera Sophie Charlier. En el transcurso de las reuniones de los economistas, el profesor
Anthony Clunies-Ross de la Universidad Strathclyde de Glasgow, Bruno
Jetin, Jefe de Conferencias de la Universidad París XIII y el profesor
Paul Berndt Spahn de la Universidad Goethe de Frankfurt explicaron al
público, a los Diputados europeos y a los representantes de ONGs de varios
países de Europa, las diferentes posibilidades técnicas de establecer un
impuesto sobre los mercados internacionales de divisas. El profesor Spahn
que fue consultor del FMI, presentó su propuesta de impuesto a dos
niveles, uno tipo Tobin de muy bajo monto (0,02%) que generaría recursos
del orden de los 60 mil millones por año, es decir mucho mayores que las
actuales ayudas públicas al desarrollo y el otro inspirado en mecanismos
del antiguo sistema monetario europeo que sería mucho más alto y que se
pondría en funcionamiento cada vez que una moneda escapase brutalmente de
determinados niveles de fluctuación. Los economistas demostraron de que
manera un impuesto sobre las transacciones cambiarias podría ser
unilateralmente puesto en marcha. El profesor de Derecho de la Universidad VUB de Bruselas, Lieven
Denys, respondió a los argumentos de la Comisión europea sobre una
pretendida incompatibilidad de la Tasa Tobin con los tratados europeos,
demostrando que esta podría ser creada en total acuerdo con el artículo 93
del tratado CE. Recordó además que la independencia del Banco Central
europeo (BCE) no podría ser un argumento que se opusiera a este impuesto,
dado que el BCE es el encargado de la política monetaria mientras que la
política de tasas de cambio es un resorte del Consejo al que le asiste el
derecho de ordenar al BCE la puesta en marcha de una medida de esta
naturaleza. “No existen más
argumentos intelectuales o técnicos contra la incorporación de un impuesto
que permita yugular la especulación monetaria, destructora de los medios
de existencia de las empresas y de países íntegros.” Declaró Glyn
Ford, diputado europeo (Reino Unido, Partido Laborista), secretario del
Intergrupo al concluir los debates. “Lo que necesitamos
ahora son compromisos y proyectos concretos para la puesta en marcha de
este impuesto y sobre el nivel óptimo de este o de estos impuestos. Con el
objeto de que comience a generar suficientes ingresos como para comenzar a
responder a las inmensas necesidades que deben enfrentar los países del
Sur en materia de salud, educación, equipamientos de infraestructura y
para permitir el retroceso de la enorme pobreza en que se encuentran 1,2
mil millones de personas que viven con menos de un dólar por día”
agregó Harlem Desir, diputado europeo (Francia, partido socialista)
presidente del Intergrupo. En respuesta al llamado de varias ONG, tales como ATTAC y la Red
belga de acción contra la especulación financiera, esperamos que decenas
de millares de personas manifiesten pacíficamente a favor de la Tasa Tobin
en oportunidad de la reunión del ECOFIN a realizarse en Liège el 22 y 23
de setiembre del 2001. Los estados miembros no deben bloquear la
iniciativa de la presidencia belga sino por el contrario aprovechar la
ocasión para impulsar en conjunto la aplicación de un impuesto a las
transacciones financieras en el seno de las instituciones
internacionales. Otro mundo es
posible En estos momentos unos sesenta parlamentarios europeos se han
comprometido a la formación de una Red Internacional de Parlamentarios.
Esta Red se inició en enero pasado en Porto Alegre, como conclusión del
Primer Foro Social Mundial. Se incluye una copia de la carta[33] dirigida a los
parlamentarios nacionales sobre este tema. Los comités ATTAC, como también
otras asociaciones interesadas en el desarrollo de esta Red Mundial de
Parlamentarios pueden informar sobre esta iniciativa a los parlamentarios
con los que colaboran. Como su redacción lo
indica esta carta está especialmente dirigida a los miembros de los
parlamentos europeos pero puede ser igualmente destinada a los demás
parlamentarios del mundo. El Comité ATTAC de las Instituciones Europeas (ATTAC-IE) euro.institutions@attac.org agrupa no solo a parlamentarios sino también a otros funcionarios internacionales. Conclusiones Como dice Ana Castillo[34]: “Sin obviar el
oportunismo electoralista que puede, en parte, motivar estas iniciativas o
las contradicciones existentes en el proceder de ciertos partidos
políticos respecto a este tema, es indudable que los posicionamientos
políticos – junto con las campañas de presión política y sensibilización e
información de la opinión pública - contribuyen a consolidar la dimensión
pedagógica y emblemática que ha alcanzado la tasa Tobin. En un momento
marcado por la emergencia de una sociedad civil mundial que converge en
torno a preocupaciones comunes y propuestas de alternativas, la
reivindicación de la tasación del capital transnacional es capaz de
canalizar acciones de denuncia y de sensibilización respecto a algunas de
las inquietudes sociales más lacerantes de hoy día, como son: - Las
actuales relaciones de poder, basadas en el predominio de las finanzas
sobre los intereses generales, el medio ambiente, el Estado del bienestar
o el ejercicio democrático de la política; - Los efectos agravantes de la globalización
financiera sobre la vida de las personas que se concretan en la
precarización de las condiciones de trabajo, la inseguridad económica, la
degradación de los servicios públicos o el recorte y mercantilización de
las pensiones. - Las abrumadoras desigualdades generadas por un
sistema económico que en 25 años ha procurado que los Estados de la OCDE
multiplicasen por cuatro su PIB per càpita, al tiempo que ha relegado a la
recesión a más de 50 países (muchos de ellos europeos), que disponen hoy
día de menos recursos por habitante que hace una o dos décadas.
Tasar los movimientos internacionales de capital
puede tener un alcance concreto moderado en lo que se refiere al control
de las finanzas internacionales, sin embargo, en cuanto al reconocimiento
y aceptación de los principios de regulación, control y fiscalización del
capital y de justicia redistributiva podría marcar un antes y un después
en la conformación del actual "desorden" económico y financiero
internacional. De lograrse un consenso político internacional sobre la
necesidad de establecer la tasa Tobin, no sólo se resolverían sin
demasiadas dificultades los aspectos técnicos por definir (como el tipo
impositivo, el ámbito geográfico y material de aplicación, la gestión o el
empleo de los recursos) sino que la propuesta original de J. Tobin podría
adquirir este alcance. De hecho, la invocación de la supuesta inviabilidad
técnica para rechazar la tasa Tobin casi siempre oculta un desacuerdo con
algo mucho más revolucionario que la misma tasa y que son los principios
aludidos de regulación, fiscalización y justicia internacionales que el
mecanismo lleva implícitos. Más allá de los intereses partidistas que puedan subyacer, los compromisos políticos a favor de la tasa Tobin constituyen hechos muy esperanzadores tanto para el avance hacia ese nuevo "orden social e internacional en el que los derechos humanos se hagan plenamente efectivos"[35], como para recuperar la fe en la capacidad de la política para traducir las demandas ciudadanas y darles prioridad sobre los dictados económicos”. Resulta verdaderamente auspicioso, por lo tanto, que países como Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Camerún, Costa Rica, Costa de Marfil, Dinamarca, Finlandia, Estados Unidos,Grecia, India, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Madagascar, Mali, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Senegal, Sudáfrica, Suecia, y Suiza hayan incorporado firmas de sus representantes al Llamado Mundial de los Parlamentarios (la lista completa puede ser consultada en: http://tobintaxcall.free.fr) o hayan presentado en el breve lapso de dos años iniciativas parlamentarias en sus congresos nacionales como Argentina, Bélgica, Canadá, Chile, España, Francia, el Reino Unido y Uruguay lo que sin duda es un claro síntoma del interés demostrado por la aplicación de la Tasa Tobin a nivel mundial, interés sin duda ampliamente estimulado por la tarea de difusión y de concientización incansablemente realizada, desde su creación en 1999, por la red internacional ATTAC.
Buenos Aires, julio de 2001 BIBLIOGRAFIA: Informativo El Grano de Arena, nºs 1 al 95, traducción del Courriel d’Information de ATTAC-Francia. [2] James Tobin es un economista, Catedrático de la Universidad de Yale (EEUU) que ha publicado numerosos trabajos sobre temas macroeconómicos. Recibió el Premio Nobel en 1981 por sus investigaciones sobre las relaciones entre la Bolsa y las inversiones en equipamiento de las empresas. Fue asimismo uno de los tres miembros del Consejo Económico del Presidente Kennedy, período en que colaboró en la puesta en marcha de políticas impositivas y de gastos públicos que permitieron alcanzar el más bajo nivel de desocupación después de la segunda guerra mundial. [5] G7: EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón [6] PC: Parti Communiste ( P. Comunista)
PRG : Parti Radical de Gauche ( Partido radical de
Izquierda)
PS : Parti Socialiste ( P. Socialista) MDC : Mouvement des
citoyens ( Movimiento de los ciudadanos) [7] G8= G7 + Rusia [9] G20: G8+ Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía [10] Ver http://attac.org/belgique y www.senate.be [12] Ver http://attac.org/fra/grou/doc/parlement.htm [13] Ver http://www.waronwant.org [14] PSE : Partido Socialista
Europeo
PCF: Parti Communiste Français
Verdes-ALE : Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea
GUE : Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea
ELDR : Partido Europeo de los Liberales, Demócratas y
Reformistas [15] Philippe Villiers y Charles Pasqua fueron
los fundadores del RPF ( Rassemblement pour la France et l’Indépendence de
l’ Europe) [16] LO:Lutte ouvriêre (Francia) [17] UEN: Grupo Unión por la Europa de las Naciones [18] LCR:Ligue Communiste Révolucionnaire [21] Ver http://attac.org/quebec [22] Ver Anexo VIII [23] Ver http://tobintaxcall.free.fr [25] 111.“Promover, a través de acciones internacionales, la movilización de nuevos y adicionales recursos para el desarrollo social por medio del interalia: (...) (e) bis. Conducir un riguroso análisis sobre las ventajas, desventajas y otras implicancias de las propuestas para desarrollar nuevas e innovadoras fuentes de recursos, públicos y privados, destinados al desarrollo social y a programas para la erradicación de la pobreza. [26] Ver. http://attac.org/glocal [27] Publicado en Newsletter nº 38 [28] Bruno Jetin es Conferencista Jefe de la Universidad de París, del Documento “ Reconstruire un nouveau système financier international” publicado en: http://www.attac.org/fra/list/doc/jetin.htm [31] Denis Robert et Ernst Backes, " RÉVÉLATION$
", Février 2001, Les [32] Fuente: Newsletter of the Parliamentarian
World Appeal for the Tobin [34] Ana Castillo es una activa militante de ATTAC- Cataluña (attac-catalunya@pangea.org) [35] Al que se refiere la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada en 1948 (art. 28).
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