La Tasa Tobin

Tres años de historia

 

                                                                                                          Susana E. Merino

En diciembre de 1997, Ignacio Ramonet, Director de Le Monde Diplomatique, publicaba bajo el título “Desarmar los mercados financieros”[1] un editorial que por primera vez proponía, luego de veinticinco años de formulado por su autor James Tobin,[2] el establecimiento de un impuesto a las transacciones especulativas.[3] En él sugería además la creación de una Organización no Gubernamental que impulsara la aplicación de dicho impuesto. Fue tal la repercusión de esta propuesta en la sociedad francesa que muy pronto quedó constituída la asociación cuya sigla ATTAC, contenía en principio las iniciales de la Tasa Tobin (denominación con que, por el nombre de su autor, pasó a conocerse este impuesto) y cuyos objetivos estarían dirigidos a difundir y propulsar esta idea en diferentes foros de todo el mundo. Esta asociación cuya sigla fue transformada luego en Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras especulativas para Ayuda al Ciudadano se ha convertido, bajo la presidencia de Bernard Cassen, en un poderoso motor que no solamente aboga por impulsar la propuesta original sino que le ha incorporado un novedoso propósito:  que los fondos  obtenidos se conviertan en una genuina fuente de recursos para resolver los graves problemas que acosan a los países menos desarrollados, el hambre, la falta de educación, los déficit en salud, vivienda, el deterioro ambiental.[4]

Pese al escaso tiempo transcurrido, desde la creación de ATTAC en Francia, (en la primavera boreal de 1998) su propuesta ha ganado amplia y rápida repercusión en muchos países de los cinco continentes y es así como hoy en día encontramos numerosos grupos ATTAC en los principales países de Europa, América  y  Africa. La difusión y el  interés despertado por su principal propuesta, el establecimiento de la Tasa Tobin,  permiten alentar un justificado optimismo sobre la posibilidad de avanzar sobre su aplicación en el nivel mundial. Asi lo atestiguan las múltiples iniciativas encaradas en diferentes países de Europa, América y Asia como así también en organismos multinacionales como la Comunidad Europea y las Naciones Unidas.

Casi inmediatamente después de conocerse la iniciativa, el Gobierno de Finlandia  fue el primer país que manifestó su adhesión   a través de su Ministro de Relaciones Exteriores Erkki Tuomioja, adhesión que reiteró, el 28 de junio del año siguiente  ante el Intergrupo creado en el Parlamento europeo con el auspicio de ATTAC-Francia y con el propósito de alentar su difusión y posible aplicación.

La primera propuesta parlamentaria: Canadá

Poco tiempo después el primer país que votó una moción parlamentaria en tal sentido fue Canadá. En marzo de 1999, apenas unos meses después de su formulación en Francia, el diputado neodemócrata Lorne Nystrom, apoyado por Liberales y el NDP (National Democrat Party) pero con la oposición del “Reform Party”, el “Progressive conservative” y el “Bloc Quebecois” la presentaba ante la Cámara de los Comunes de su país bajo la designación M239. En dicha moción los parlamentarios canadienses solicitaban al gobierno federal que iniciara contactos con la comunidad de naciones para acordar el establecimiento de un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales. El entonces  Ministro de Finanzas apoyó personalmente la aplicación del impuesto y se comprometió a plantear la iniciativa en  la reunión de Ministros de Finanzas de los países miembros del Commonwealth y del G7[5]. Aunque no se lograron resultados inmediatos la propuesta quedó planteada en sus términos originales. Los antecedentes de esta iniciativa se remontaban en realidad a 1995, cuando en oportunidad de una reunión del G7, un pequeño grupo denominado “Halifax Initiative” se dirigió al Ministro de Finanzas Paul Martin solicitándole realizar una encuesta entre los siete países, que allí se hallaban reunidos, sobre la aplicación de impuestos del tipo Tobin. El tema fue estudiado y sin embargo, ante las primeras  dificultades surgidas en aquella oportunidad en torno a su factibilidad y puesta en marcha, rápidamente abandonado. El Sr. Martin convocó a Robin Round, lider del grupo Halifax, que en ese momento no tenía inserción nacional pero que apoyaba la idea. A partir de allí el grupo de Robin y otros  activistas de organizaciones no-gubernamentales como la “Coalición Ecuménica para la Justicia Económica”, “Result Canada”, el Consejo de Canadienses, sindicatos de trabajadores y otros comenzaron a construir un movimiento nacional que dio origen a la presentación del Diputado Nystrom.

El debate en el Parlamento francés

El segundo país que abordó la concreción de esta iniciativa, fue el de su  origen Francia. Previamente ATTAC a través de sus numerosos comités locales y con el objeto de fortalecer la propuesta había logrado recoger 110.000 firmas de apoyo, oficialmente entregadas el 14 de octubre del mismo año al Ministro de Finanzas, Laurent Fabius. En esa oportunidad una delegación de ATTAC, integrada por su presidente Bernard Cassen y dos de sus miembros René Passet y Pierre Tartakowsky, fué recibida por el Presidente de la Asamblea Nacional Francesa, en una audiencia de 45 minutos, en la que dejó traslucir hallarse vivamente impresionado por los alcances de la movilización ciudadana impulsada por ATTAC y muy especialmente por el favorable clima generado por esta iniciativa en la sociedad francesa. En síntesis se tuvo la impresión de que el Sr. Fabius aceptaba con simpatía la “enmienda” propuesta y que no existía, el menor ánimo de oponerse a su tratamiento.

ATTAC  se incorpora activamente en el seno del Parlamento

La idea de ATTAC se centraba en la posibilidad de que su iniciativa fuera considerada como enmienda en la nueva ley de Finanzas del año subsiguiente es decir del 2000. Casi al mismo tiempo, el 19 de octubre, y con el objeto de impulsar su tratamiento se creaba un Comité ATTAC en el seno mismo de la Asamblea Nacional con la participación de diputados de diferente procedencia política, alentados por el antecedente canadiense y por la declaración del Gobierno de Finlandia que, como dijéramos, poco tiempo antes se había manifestado de acuerdo con el establecimiento de dicho impuesto. El Comité inicial de ATTAC en la Asamblea Nacional quedó conformado por un equipo coordinador integrado por: Danielle Bidart (PC Seine - Saint Denis), Gerard Delfa (PRG, Herault), Paul Loridant (MDC) y Luc Melenchon (PS, Essone), a los que se unieron Yves Cochet (Verdes, Val d’Oise), Yann Galut (PS, Cher), Jean Claude Lefort (PC, Val de Marne), Chantal Robin-Rodrigo (PRG, Hautes Pyrenées) y Georges Sarre (MDC, Paris)[6] con el que inmediatamente comenzaron a colaborar los comités ATTAC locales, proporcionándoles la información y el apoyo necesarios.

La convicción lograda a través de varias encuestas, que certificaban que el 60% de la población francesa, consideraba positiva la aplicación de este impuesto, por tratarse de una medida concreta a favor de una mundialización responsable, ayudó sin duda a motorizar y a ampliar las bases del necesario consenso entre los diputados.

Casi contemporáneamente el Presidente de Brasil Fernando H. Cardoso, respaldado por un frente Parlamentario de más de 100 diputados de su país, planteaba  en la cumbre de Florencia y ante sus pares de los EEUU, Francia e Inglaterra, la conveniencia de establecer la Tasa Tobin

Una “Early Day Motion” en el Reino Unido

A principios de diciembre del mismo año  se anunciaba la publicación de una “Early Day Motion”  conteniendo una iniciativa similar en Gran Bretaña. Las “Early Day Motions” son informes que se colocan regularmente en un panel en el Parlamento y se refieren a temas aún no tratados pero que persiguen movilizar a los diputados y a identificar  quiénes de entre ellos están interesados en conformar  eventuales grupos de trabajo sobre dichos temas. También los periodistas se nutren de estos anuncios para sus informes de prensa. Su texto hacía referencia a que en los mercados de cambios se realizan diariamente transacciones por alrededor de 1.500 mil millones de dólares y que la idea de establecer un régimen impositivo que gravase las especulaciones financieras merecería ser discutida por el gobierno inglés con sus pares del G8[7], la Unión Europea, el FMI (Fondo Monetario Internacional) y otros organismos internacionales. Mencionaba asimismo que esta medida era de fácil aplicación ya que los intercambios en los mercados monetarios se inician en un 83% en los bancos y solo en un 8% en el comercio, de modo que podría decirse que el 91% de dichas transacciones son puramente especulativas. Por otra parte estas operaciones son diariamente registradas en los bancos centrales los que luego efectúan las necesarias compensaciones en el Banco de Regulación Internacional (BRI) utilizando un limitado número de programas informáticos (siendo los principales Chat y Fed Wire) lo que hace que  no resulte difícil establecer  interconexiones entre los datos registrados.

Entre quienes apoyaron esta propuesta se encontraban más de cien diputados de varias tendencias políticas, (el Labour Party, el Liberal Democrat y algunos conservadores) liderados por el Diputado Harry Barnes. También el ex Ministro del Tesoro Geoffrey Robinson prestaba su apoyo a la iniciativa.

Mientras tanto en la Asamblea Nacional francesa y el Parlamento irlandés...

Mientras tanto en la Asamblea Nacional Francesa proseguían los debates previos al  tratamiento del previsto Proyecto de Ley de Finanzas que debía incluir la enmienda Tobin. El apoyo de los ciudadanos, de los grupos ATTAC locales y de otras organizaciones  tales como la Tobin Tax Initiative de los EEUU, War on Want de Gran Bretaña y Halifax Initiative de Canadá y de otros Grupos ATTAC -  como el de Irlanda que aprovechó la actualidad del debate en la Asamblea Nacional Francesa, para instalarlo en la cámara de diputados del Parlamento Irlandés, -  fueron una no desdeñable contribución al desarrollo de las discusiones en la Asamblea francesa.

El 16 de diciembre se inició el segundo tratamiento del proyecto de ley de Presupuesto para el año 2000 y fue en esa opotunidad que se presentó la iniciativa de establecer la Tasa Tobin[8], que por tratarse de un “artículo adicional” fue mantenido por el gobierno “en reserva” sin que por tal motivo se lograra definir el momento de su consideración. Esta situación  en modo alguno desalentó a los diputados empeñados en obligar al gobierno a tenerla en cuenta y a defenderla luego en el plano internacional. En realidad, durante dicha sesión los diputados que impulsaban la enmienda se encontraban en minoría y prefirieron desarrollar sus intervenciones  “in extenso” antes que forzar una votación que momentáneamente hubiera distado de serles favorable. El objetivo básico residía, más bien, en aquellas circunstancias, en insistir en las argumentaciones de modo que la proximidad de la Presidencia francesa de la Comunidad, encontrara a su gobierno convencido de la importancia de incorporar dicha iniciativa al Orden del Día de su futura labor en la presidencia de la Comunidad.

La argumentación de los diputados

Los siguientes son algunos de las argumentos desarrollados por los diputados durante el debate en las sesiones de la asamblea:

El diputado Yann Galut  basó su exposición en la necesidad de establecer la Tasa Tobin, debido a que cada vez es mayor el consenso entre quienes reclaman la regulación de los mercados financieros. “Es necesario,- expresaba - que el gobierno reflexione seriamente sobre esta necesidad.” No faltó desde luego quién objetara su inviabilidad en el nivel nacional opinando que ese tipo de impuesto solo funcionaría de ser adoptado por toda la Comunidad. Esta objeción fue  desde luego claramente reconocida por los diputados pro Tasa Tobin quienes coincidieron en que, por esa misma razón debia ser debatida en todos los parlamentos de los países miembros, lo que sin duda   produciría un efecto cascada en el resto del mundo.

El Diputado  Jean Claude Lefort, a su vez,  insistió sobre la importancia de la Tasa Tobin, calificándola de indolora, ya que no castiga las inversiones productivas, ni las operaciones comerciales, ni a las personas físicas pero también disuasiva y estabilizadora y con fuerte potencial para obtener considerables ingresos. En cuanto a que fuese inaplicable y punitiva para cualquier estado que quisiera establecerla aisladamente, consideró, que lo mismo podría decirse de cualquier otro impuesto. A su criterio también los paraísos fiscales debían ser combatidos con el objeto de que  no siguieran favoreciendo las masivas huidas de capitales. Según sus palabras, la Tasa Tobin tendría vocación de extenderse por todo el mundo y luego, dado su carácter disuasivo, desaparecer, preguntándose a continuación “¿no ha reconocido acaso el Sr Strauss-Kahn que la medida chilena  - consistente en establecer un impuesto a los movimientos de capital de corto plazo que obligaba a todos los préstamos extranjeros a realizar un depósito compulsivo durante el término de un año – favoreció la estabilidad sin obstaculizar el ingreso de capitales del exterior?” La originalidad de la Tasa Tobin es que propone obtener recursos susceptibles de ser redistribuidos y  fundamentalmente dirigidos a los países menos desarrollados. Luego de Seattle ha quedado demostrado que la ayuda al desarrollo de los países del sur constituye una prioridad de primer nivel. El PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) ha estimado  en 40 mil millones de dólares anuales la cantidad necesaria para luchar contra la desnutrición y resolver los problemas de la  salud y de la educación del Tercer Mundo en un plazo de diez años y el establecimiento de un impuesto sobre los cambios monetarios permitiría obtenerlos. Otro de los argumentos del Diputado Lefort fue que la creación de la moneda única en Europa  facilitaría la introducción de la Tasa Tobin de manera simple y eficaz, recordando  que ya existían algunos países como Finlandia y Canadá que se habían declarado oficialmente de acuerdo, pero señalando finalmente que para avanzar sería necesario que Francia contribuyese a impulsarla.

La opinión del Ministro de Finanzas francés

El Ministro Laurent Fabius, expresó también en esta oportunidad, que no estaría entre los que juzgaran inútil un nuevo debate porque estaba dispuesto a demostrarle a los diputados Galut y Lefort que el Gobierno seguía trabajando sobre el tema. Agregando, que para poder estar presente en el debate había dejado de concurrir ese día, a la reunión del Grupo de los 20[9], en Berlin,  en la que los ministros de finanzas y los presidentes de los bancos centrales de los países que lo conforman y que concentran el 85% de la producción mundial están de acuerdo sobre la necesidad de encontrar medios para enfrentar las principales vulnerabilidades financieras que aquejan a las economías nacionales. Mencionó asimismo que más allá de esta posición de principios los organismos internacionales estaban realizado un enorme trabajo tendiente a formular  normas prudentes. Esta afirmación se apoyaba en el hecho de haber sido creado, en el seno del FMI (Fondo Monetario Internacional) el denominado Foro de Estabilidad Financiera cuyos objetivos eran  trabajar en tres espacios predeterminados: el destinado a establecer una prudente seguridad en los centros offshore - también llamados paraísos fiscales - el orientado al control de los fondos especulativos incentivantes y el dedicado a la supervisión del movimiento de capitales de corto plazo, destacando que el responsable del Foro había citado precisamente el caso de Chile por haber sabido implantar medidas tendientes a desalentar el ingreso masivo de los capitales puramente especulativos. “Créanme, agregaba, que el Gobierno francés se está esforzando por  lograr una mundializaciòn normativizada y está  trabajando con otros gobiernos, en la regulación de los mercados comerciales y financieros. La Tasa Tobin constituye un medio entre otros. Lo que sucede es que estamos trabajando principalmente en otros”

En marzo de 2000, añadía, dispondremos seguramente del informe del Foro de estabilidad financiera y en abril estaremos en condiciones de discutirlo en el seno del FMI. Terminó  insistiendo en que Francia no puede aplicar individualmente la Tasa Tobin sobre las entradas y salidas de los capitales y que aunque su aplicación se ampliara al conjunto de la Comunidad Europea, tampoco sería útil porque le haría el juego a los centros financieros extra europeos. “Será necesario aún mucho tiempo, - concluyó, - para que una tasa de esta naturaleza pueda ser aplicada a una escala que la haga verdaderamente eficaz. Pero, lo repito, esta posición no impide al gobierno francés el seguir trabajando para acrecentar la estabilidad financiera en el seno de la economía mundial”

La inminencia de la presidencia francesa de la Unión Europea

Con posterioridad el Diputado Alain Barrau  manifestó su  inexorable apoyo a la propuesta porque según expresó, estimaba  posible su inclusión en el calendario de la presidencia francesa y un objetivo político coincidente con el del Diputado Galut, quién había expresado que “somos cada vez más los que reclamamos una regulación de los mercados financieros”

“El ejemplo referido al IVA demuestra,- argumentaba - que cuando solicitamos al Gobierno reflexionar sobre este tema y elaborar un método de trabajo, lo hace; esto nos ha permitido obtener, en dos años, reducciones que en principio creíamos imposibles. A partir de esta base gubernamental podríamos ir más lejos sobre esta importante cuestión y analizar si la dimensión europea es o no la adecuada”.

El Diputado  Gérard Fuchs al hacer uso de la palabra se refirió al hecho de que Francia asumiría la presidencia europea a partir del 1º de julio del 2000 y que el futuro programa de dicha presidencia se hallaba ya ampliamente previsto: negociaciones sobre nuevas incorporaciones, reforma institucional, armonización fiscal... “Estoy, dijo, entre quienes desean que esta presidencia pueda aprovechar también la oportunidad para realizar propuestas sobre la regulación del movimiento de los capitales internacionales”. Informó asimismo que había asumido la responsabilidad ante la Asamblea de redactar un informe sobre este tema y que pensaba que el mismo sería también beneficioso para los trabajos del parlamento y para los del gobierno.

El Diputado Jean-Claude Lefort,   observó luego que en ese debate estaba participando solo   la izquierda pero que sus colegas de la derecha no lo hacían y en respuesta al Ministro consideró que: “El Gobierno nos dice que encara la adopción de medidas para regular el movimiento de los capitales, pero nada de Tasa Tobin ¿Y porqué? ¿Qué hay detrás de este mínimo impuesto de -0,05% que lo hace tan insoportable? Ud. dijo Sr. Ministro que el caso de Chile había sido citado como un ejemplo. La idea de adoptar medidas nacionales no tiene nada de inadmisible, ni desde el punto de vista económico, ni desde el punto de vista intelectual. Pero yo quiero insistir especialmente sobre la pertinencia de una acción europea: si Europa al mismo tiempo que ataca a los paraísos fiscales, dirige al mundo esta señal, ¿quién podría resistir este movimiento de pinzas? Se lograría así la masa crítica necesaria. Habiendo estado en Seattle pienso sobre todo en el problema de los países del sur: esta modesta iniciativa ayudaría a millares de individuos a reencontrar su dignidad mientras que los países ricos encontrarían la oportunidad de abrir nuevos mercados”

La intervención posterior del Diputado Galup, estuvo referida a  que estaba persuadido de que el gobierno francés podría al menos pedir a sus socios europeos, a los del G8 y a los del G20 estudiar la Tasa Tobin con el objeto de lograr una mejor regulación de la economía mundial.

“Nuestras demanda ha evolucionado, agregó y pienso que no es nada irreal luego de la cumbre de Florencia en la que el presidente de Brasil intervino a favor del establecimiento de un impuesto a los capitales especulativos. Al día siguiente el Sr. Jospin, que junto a Clinton, Schröder y Blair participaba de esta reunión ¿no recordó acaso que él había sido el primero en hablar de la Tasa Tobin durante la campaña presidencial de 1995?”    

“Nadie podría oponerse en consecuencia a que fuera él quién planteara esta reivindicación, en una primera etapa, a nivel europeo”.

El  Relator General agradeció  a los señores Galut y Lefort el haber comprendido los argumentos de la comisión. “En realidad  pienso que respondemos a sus preocupaciones al retomar en nuestra enmienda la frase " o dispositivos tendientes a luchar contra los efectos desestabilizadores de los flujos de capitales especulativos internacionales". Entendiendo que la Asamblea debería poder llegar a un acuerdo sobre esta propuesta.

Después de la votación de la moción M239 en el Parlamento canadiense y del fracaso de la "enmienda Tobin" en la Asamblea Nacional, se suponía, sin embargo, que se produciría un  avance sustancial durante la presidencia francesa de la CE en el año 2000 con su prometida inclusión  en el orden del día de la Comunidad, confirmada por el gobierno. Después de la "Early Day" de la Cámara de los Comunes, la Tasa Tobin regresó  a los debates parlamentarios, esta vez en Bélgica.

La propuesta belga

Jacky Morales, senador del partido "ecologista" y antiguo presidente de dicho partido presentó, el 15 de diciembre de 1999 ante el Senado belga[10] junto a su par Michiel Maertens una “Propuesta de resolución para el establecimiento de un impuesto mínimo sobre las transacciones especulativas en divisas”[11] solicitando al gobierno estudiar la mejor forma  de establecer una mínima deducción a las transacciones especulativas en divisas con la recomendación de que  el resultado de dichos  estudios fuese presentado en la Conferencia intergubernamental europea del 2001.

Desde su aparición en 1999 el libro “Tobin or not Tobin” de François Chesnais, miembro del Consejo Científico de ATTAC,  ha sido sin duda piedra angular de las sucesivas propuestas realizadas hasta ese momento en Canadá, Francia, Bélgica y en los primeros meses de 2000 ante el Parlamento europeo.  Un representante inglés  Glyn Ford del Partido Laborista y el grupo interparlamentario ATTAC decidieron proponer  en una de  las sesiones plenarias  que la Comisión y dicho diputado se abocaran  a trabajar sobre la factibilidad y la pertinencia de la Tasa Tobin. Este trabajo buscaba además  efectivizar la solidaridad internacional en torno al proyecto. El debate se planteó a partir de las últimas peripecias parlamentarias sobre  la Tasa Tobin y especialmente de los debates que hubo en Francia en la Asamblea Nacional y en el senado francés.[12]

“ Estoy muy feliz -  manifestaba Glyn Ford -   de que la Comisión y el Consejo respondan a la presión ciudadana y fijen su posición con relación a la Tasa Tobin. El ingreso anual generado por este impuesto sería equivalente a cinco veces el monto de la ayuda anual actualmente destinada por el mundo al desarrollo”

Un avance de las ONG en el Reino Unido

En el Reino Unido mientras tanto, la señora Catherine Matheson, directora del Programa Tobin Tax de la organización War on Want[13] confirmaba que “Aún antes de pensar en la distribución de estos ingresos, el sentido revolucionario de la Tasa Tobin consiste en regular la especulación en los mercados de cambios. Su aplicación eliminará excesos nefastos y permitirá una mayor estabilidad en las tasas de cambio entre las diferentes monedas. Proveerá además una gran autonomía a las decisiones de los políticos, a nuestros representantes en la esfera económica sin el riesgo de las “sanciones” inmediatas permitiendo a los estados una verdadera política económica más de acuerdo con sus compromisos electorales” (...) “Mejorar la estabilidad financiera internacional es un objetivo que compartimos con el gobierno inglés. Pensamos que la Tasa Tobin es el medio más apropiado para alcanzarlo y el señor Gordon Brown (Ministro de Finanzas) no lo ha rechazado” expresaba en apoyo de la intervención del representante inglés.

Sus expresiones contaban con el respaldo de una encuesta sobre la Tasa Tobin realizada, entre más de  mil personas, por War on Want que confirmaba esta idea. Sus resultados mostraban que  efectivamente en ese momento el 47% de las opiniones  en el Reino Unido, eran favorables a su puesta en práctica. La mencionada y similar encuesta realizada en Francia había puesto también de relieve que el 60% de la población francesa estaba de acuerdo

La Tasa Tobin en el Parlamento europeo

Finalmente a mediados de enero del 2000, más exactamente el 20 de enero fue presentada en el Parlamento europeo una resolución firmada por varios grupos de diputados[14]: socialistas del PSE, Verdes-ALE, la izquierda unida GUE (que incluye representantes del PCF y de la LCR) y el liberal ELDR, junto a dos miembros del grupo UEN, liderados por Charles Pasqua. En dicha presentación se solicitaba a la Comisión Europea elaborar un informe sobre la factibilidad del impuesto Tobin en el término de seis meses y en el que se examinasen además las presiones y sanciones financieras que pudieran aplicarse contra los países que alientan la evasión fiscal o que amparan paraísos fiscales. Esta moción a la que se opuso - como era de esperar - el comisionado europeo Bolkestein, fue rechazada por una débil mayoría (229 votos contra 223). El análisis de la votación mostró que los miembros de los grupos de derecha, en gran parte liberales y todos los "villieristas"[15] conformaron un bloque contra esta moción, apoyados por los tres representantes de Lucha obrera (LO)[16]. Votaron a favor todos los miembros de los grupos GUE y Verdes-ALE, la mayor parte de los miembros del PSE, algunos liberales (François Bayrou y Alain Lamassoure) y la totalidad de los liderados por Pasqua (UEN)[17]. Se abstuvieron un representante de la LCR[18] y, obedeciendo imperativas consignas de Tony Blair, un grupo de  laboristas británicos.

El Secretariado de ATTAC pudo comprobar con satisfacción que quienes encabezaban la lista, que en Francia habían firmado el pedido europeo de la asociación, junto a los restantes miembros de dichas listas, actuaron de conformidad con los compromisos contraidos y se felicitó por que otros representantes, aunque a título personal, habían hecho causa común con ellos. Fueron evidentes los resultados de la militante actividad del comité ATTAC del Parlamento europeo, cuyos miembros forman parte de la creada comisión "Impuestos al capital, fiscalización, mundialización". Faltó muy poco, por consiguiente, para que esta resolución obtuviera la mayoría: hubiera sido suficiente que los tres votos " en contra" de LO y la abstención del representante de la LCR se transformaran en votos "a favor".

La Secretaría de ATTAC, hubo de lamentar que entre sus representantes hubieran privado, algunas consideraciones secundarias, sobre lo esencial,  (como aquellos aspectos de la resolución que no se corresponden efectivamente con su visión sobre la globalización), tratándose como se trataba de incorporar positivamente la Tasa Tobin al Orden del Día del Parlamento europeo. Los representantes de la derecha, no se equivocaron, en su mayor parte, sobre el significado de la votación. Tampoco la prensa - por lo general poco atenta a los debates del Parlamento europeo – pasó por alto la importancia de dicho desafío.

En tal sentido  puede considerarse que la Tasa Tobin hizo, en esa oportunidad, importantes progresos en el seno del Parlamento europeo, convirtiéndose en estímulo para el lanzamiento o relanzamiento de similares iniciativas en el ámbito de otros Parlamentos nacionales y despertando además claras expectativas de búsqueda de nuevos caminos para lograr la sanción de medidas impositivas sobre los capitales especulativos.

Difusión internacional

Basada en esas expectativas surgió en ATTAC la idea de lanzar una campaña nacional e internacional[19] que, apoyándose principalmente en  los grupos ATTAC de Europa. Africa y América se abocara a discutir modalidades de administración y de afectación de la Tasa Tobin  que concluyese, en un gran encuentro en Niza, con propuestas comunes al Norte y al Sur, en oportunidad de la reunión, bajo la Presidencia francesa, del Consejo Europeo en diciembre del 2000.

Progresos en Gran Bretaña

El 19 de febrero del mismo año y con posterioridad al mencionado tratamiento de la Tasa Tobin en el Parlamento europeo, la organización inglesa War on Want, principal impulsora de la Tasa Tobin en Inglaterra, organizó en el Congress House una reunión, presidida por Catherine Matheson su directora, titulada: “ Finanza Global. La Tasa Tobin y el Casino de la economía”. Participaron, además, Alan Simpson MP, Grieve Smith profesor de la Universidad de Cambridge y Gary Brisley un antiguo comerciante de divisas junto a representantes de ATTAC- Francia.

Mientras tanto también en los EEUU, la organización Tobin Tax Initiative, asociada a ATTAC, continuaba desarrollando su tarea de difusión y convocando a todos quienes quisieran aportar ideas para mejorar la moción sobre la Tasa Tobin del diputado Peter De Fazio cuya presentación ante el Congreso había sido programada para fines de febrero del mismo año[20]

A un año de la primera iniciativa

Como se recordará el 23 de marzo de 1999 el Parlamento de Canadá había aprobado un  proyecto, el M239, cuyo texto era el siguiente: "Es opinión de la Cámara que el Gobierno debería establecer un impuesto a las transacciones financieras de común acuerdo con la comunidad internacional". Pero pese a que el mismo fuera aprobado por 164 votos contra 83, un año después el Gobierno, que se había comprometido a adoptar el principio de establecer un impuesto a las transacciones financieras o Tasa Tobin  con el objeto de frenar la especulación en los mercados de divisas e integrar un fondo internacional destinado al desarrollo económico y social, se hallaba sumido en el más profundo silencio. Aquel gesto inicial sin precedentes, que fuera aplaudido en todo el mundo como señal de una recuperación del control político sobre los mercados financieros cuyas actividades especulativas generan el caos en muchos países (México, Brasil, Corea, Tailandia, Malasia, Indonesia) desde que los vientos de liberalización de los mercados - bautizados globalización -  soplan en todas direcciones y hacen temblar los fundamentos de las economías de todas las naciones del planeta, había entrado en un preocupante cono de sombra.

Y pese a que ATTAC- Quebec[21] y muchas otras organizaciones canadienses tales como el Congreso del Trabajo de Canadá, organismos religiosos y de cooperación internacional, Solidaridad Popular Québec, la Marcha Mundial de las Mujeres, el Consejo de los canadienses, la coalición Halifax Initiative - para no nombrar sino algunas - festejaron esta iniciativa de los diputados canadienses, el Gobierno del Canadá no realizó ningún esfuerzo por impulsar esta moción democráticamente aprobada por el Parlamento del país.

Ante esta circunstancia ATTAC – Québec decidió recordarle al Gobierno canadiense los compromisos oportunamente asumidos solicitándole:  

·         Informar a la Cámara de Diputados sobre cuáles habían sido los esfuerzos realizados ante la comunidad internacional y cuales las posiciones de los representantes de los demás países

·         Encomendar estudios sobre la pertinencia, la factibilidad y los beneficios del establecimiento de la "Tasa Tobin". Estudios que deberían publicarse y ser presentados ante los diferentes organismos internacionales (OCDE, G8, G20, FMI, Banco de regulaciones internacionales, Bancos Centrales, etc)

·         Organizar una conferencia internacional sobre la Tasa Tobin invitando a los mejores especialistas (economistas, expertos impositivos, representantes de ministerios de finanzas de otros países) que ya han estudiado este tema;

·         Encomendar al Comité permanente de Asuntos Extranjeros y de Comercio Exterior, realizar audiencias públicas e itinerantes para explicar los efectos de la globalización y analizar la factibilidad de la Tasa Tobin y otras medidas de control de los mercados financieros con el propósito de establecer un régimen fiscal nacional e internacional  equitativo.

Sin embargo hasta la fecha de redacción de este informe no se habían obtenido respuestas del Gobierno canadiense.

EEUU y el Llamamiento Mundial a los Parlamentarios

El 11 de abril el Diputado Peter DeFazio y el Senador Paul Wellstone presentaban, ante el Congreso de los EEUU, un proyecto de resolución. En esa misma oportunidad los parlamentarios Yann Galut, Diputado de Cher, del Comité ATTAC de la Asamblea Nacional y Harlem Desir, Diputado europeo, Presidente del intergrupo "Tasación del capital, fiscalidad, mundialización" padrino de ATTAC en el Parlamento europeo, Glyn Ford, diputado europeo del Reino Unido, junto al Diputado  Peter De Fazio y al Senador Paul Wellstone, llamaron en Washington a una Convocatoria Mundial de Parlamentarios dirigida a impulsar el establecimiento de la Tasa Tobin[22].

Dicha convocatoria tuvo lugar en el transcurso de una conferencia de prensa realizada en el Capitolio de Washington en presencia de: Yann Galut, diputado de Cher (Francia), Harlem Désir, diputado europeo (Francia), Peter De Fazio, representante demócrata de Oregón en el Congreso (EEUU), Paul Wellstone , senador (EEUU), un co-directivo de la conducción de los trabajadores del acero (AFL-CIO) y representante de la "Alliance for sustainable Jobs and environment", Dean Baker del "Center for economic policy" (EEUU), John Cavanagh del "Institute for policy studies"(EEUU) y Christophe Aguiton, de ATTAC - Francia.

En oportunidad de la presentación ante la prensa del primer proyecto elevado al Congreso de los Estados Unidos por el congresal Peter De Fazio en pro del establecimiento de la Tasa Tobin, los cuatro parlamentarios hicieron pública la mencionada convocatoria.

La iniciativa de Peter De Fazio, luego del voto favorable del Parlamento canadiense, del lanzamiento de un "Frente parlamentario por la Tasa Tobin" realizado por 100 parlamentarios brasileños, las iniciativas impulsadas por ATTAC ante varios Parlamentos europeos pone de relieve- dijeron - que la campaña ciudadana está en tren de ganar para su causa a las instituciones parlamentarias”.

“Ha llegado el momento de concretar una nueva etapa. Estamos cansados de escuchar en todos nuestros países, que nada puede hacerse contra la especulación internacional con la excusa de que los demás países nos estarían dispuestos a comprometerse”.

“Queremos demostrar que existe en todos los continentes, un gran apoyo a favor de un impuesto tipo Tobin para frenar la especulación, imponer reglas a los mercados financieros y financiar con el producido de dicho impuesto programas de lucha contra la pobreza y de desarrollo de los países del Sur”.

“Nuestro objetivo - insistieron - es reunir más de 1000 adhesiones de parlamentarios[23] de los cinco continentes y lograr que este tema se incluya en el Orden del Día de los diferentes Parlamentos, así como en el G7 y en el Fondo Monetario Internacional”.

Nuevamente en la Asamblea Nacional Francesa

Durante el mismo mes de abril, el Comité ATTAC de la Asamblea Francesa, con el apoyo de 137 parlamentarios, (Senado, Asamblea Nacional y Parlamento europeo) lanzaba una nueva propuesta insistiendo en  la necesidad de que la Tasa  Tobin fuera analizada en ocasión de la Presidencia Francesa de la UE.

En su sesión del 9 de mayo la Asamblea nacional de Francia  reanudó el debate sobre la orientación que asumiría la presidencia francesa de la UE, incluyendo  la Tasa Tobin como uno de los puntos de la discusión. En su transcurso el Ministro de Asuntos Europeos recordó el informe que sobre la Tasa Tobin debería hacer el Ministerio de Finanzas hacia fines de junio, esperando que el mismo fuese dado a conocer en el informe final de la Asamblea.

Las propuestas se mundializan

Mientras tanto un nuevo frente de discusión se abría en el Pacífico. Representantes de: Japón, Filipinas, Corea, China, Taiwan, Tailandia, Timor Oriental, Nepal, Nueva Caledonia, Nueva Zelanda, Australia, Hong Kong, más  Alemania, y Francia, se reunían en sesión preparatoria para la Conferencia "Global Green 2001", logrando la inclusión en su agenda de  un taller sobre la Tasa Tobin y la probabilidad de emitir una resolución específica que solicitara su aplicación. Entre otras consideraciones proponían que “en cuanto a la distribución del producido, en lo referente a los países que lo perciban, debería establecerse una moratoria sobre su utilización orientada hacia las nuevas economías, la formación humana en sus relaciones sociales (educación, empleo, salud, pobreza), el desarrollo tecnológico y la lucha contra  las desregulaciones en el medio ambiente”.

El 2000 fue ciertamente un año de múltiples iniciativas sobre la Tasa Tobin. También en Luxemburgo el Sr Francisco Bausch elevó una propuesta a la cámara de Diputados de ese país, aunque la respuesta del Gobierno Luxemburgués fue que la eventual introducción de una Tasa Tobin no figuraba en el Orden del Día de la, en ese momento, inminente Conferencia Intergubernamental, pero que a cambio de un compromiso sobre este tema, insistiría en el fortalecimiento del sistema financiero internacional y de la ayuda pública al desarrollo.

Llamamiento Mundial a los Economistas

En EEUU la Red Tobin lanzaba contemporáneamente, a instancias del "Center of Economic and Policy Research" con sede en Washington, una declaración de expertos económicos, universitarios e investigadores a favor de la Tasa Tobin. Esta declaración, fue pensada en el marco de las diferentes iniciativas que se estaban presentando en todo los continentes  como el Llamamiento Mundial a los Economistas[24], entre cuyos firmantes figura el mismísimo James Tobin, la insistencia de los diputados franceses ante la inminente presidencia francesa de la Unión europea, la red de "ciudades Tobin", momentáneamente en el Brasil, en Canadá, en los EEUU y en Francia, y el pedido de la ciudadanía francesa dirigido al Sr. Laurent Fabius (Ministro de Finanzas) cuando fuera Presidente de la Asamblea, entre otras.

El primer encuentro Interparlamentario

El 28 de junio se realizaba en Bruselas (Bélgica) el Primer Encuentro Interparlamentario sobre la Tasa Tobin. El llamado Intergrupo del Parlamento europeo “Tributación del capital, fiscalización, mundialización” apadrinado por ATTAC, y en  cuyas discusiones participaron también otras ONGs como War on Want  SOLIDAR, Preamble Center, Tobin Taxe Initiative de los EEUU y Halifax Initiative de Canadá, fue el promotor de este Primer encuentro Interparlamentario sobre la Tasa Tobin.

Los principales temas de debate fueron:

  • Las condiciones para el establecimiento de la Tasa Tobin.
  • El destino de los recursos generados por dicha Tasa.
  • El desarrollo de iniciativas parlamentarias vinculadas a los movimiento

   ciudadanos  y la creación de una red interparlamentaria permanente.

En su transcurso se acordó que la Tasa Tobin se fijaría en niveles relativamente bajos y que aspiraría a desalentar la especulación con el argumento de que una inversión auténtica no sería penalizada. Con un impuesto del 0,25% los agentes de cambio  que realizan múltiples idas y vueltas, lo pensarían dos veces antes de ejecutar el 80% de las transacciones sobre divisas extranjeras destinadas a idas y vueltas especulativas en lapsos de 7 días o menos. Se consideró también que la Tasa Tobin no detendría totalmente la especulación puesto que las ganancias superarían ampliamente dicho impuesto  pero que seguramente sería exitosa como acción preventiva generando además ingresos fiscales y comparándola con otros impuestos similares como los del alcohol o el tabaco.

Este Intergrupo creado en 1999 en el seno del Parlamento europeo se hallaba ya integrado  desde el comienzo de la sesión plenaria realizada en enero del 2000 sobre la Tasa Tobin. En dicho primer  debate la propuesta fue rechazada, como se dijo, por 6 votos, una resolución que sin embargo apoyaron 220 diputados europeos, quienes solicitaron, a su vez, la presentación de un informe sobre su interés, la factibilidad de establecer la tasa Tobin y el análisis de las sanciones a tomar contra los Estados que alientan la evasión fiscal y los paraísos fiscales.

Los resultados de las reuniones del grupo fueron realmente estimulantes y permitieron a 400 parlamentarios, firmantes del Llamado Mundial a los Parlamentarios comenzar a concretar sus compromisos. Concurrieron 22 miembros del Parlamento europeo, políticos de 12 de los 15 países miembros, otros 14 parlamentarios de otros países y 8 delegados de las organizaciones no gubernamentales anteriormente citadas. Fue necesario por lo tanto traducir cada frase a 11 idiomas diferentes.

La Red Mundial y las ciudades Tobin

Inmediatamente antes, el 23 de Junio en ocasión de la Cumbre alternativa “ Ginebra 2000” ATTAC y otras ONGs de los cinco continentes decidieron la creación de una Red Mundial Tobin cuyo objetivo inmediato era trabajar para influir en la Conferencia de Naciones Unidas “Copenhague + 5” que se desarrollaría una semana después y lograr en lo posible que la propuesta Tobin fuera considerada en la Resolución Final de la Conferencia. En esa misma oportunidad el 27 de junio la ciudad de Ginebra votaba una resolución de apoyo a la Tasa Tobin de acuerdo con los siguientes considerandos:

  • la presentación  de la Cumbre alternativa del Llamado de Bangkok entre el 22 y el 25 de Junio.
  • que la mundialización financiera agrava la inseguridad económica y las desigualdades sociales
     
  •          que la absoluta libertad de circulación de los capitales, los paraísos fiscales y la explosión del volumen de las transacciones especulativas, conducen a los estados a una carrera perdida en favor de los grandes inversionistas,

  • ·         que más de 1600 billones de dólares van y vienen cotidianamente por los mercados de cambios en búsqueda de beneficios instantáneos sin relación alguna con la producción y el comercio de bienes y servicios,

  •       que tal evolución tiene como consecuencia el permanente incremento de los ingresos del capital en detrimento de los del trabajo, la generalización de la precariedad y la expansión de la pobreza,

  • la propuesta del economista James TOBIN, premio nobel de economía, realizada en 1978, referida a establecer un impuesto a las transacciones especulativas en los mercados de divisas, propuesta actualmente defendida por la asociación internacional ATTAC y por otros numerosos partidos y movimientos políticos,
  •        que aún estableciéndose en un mínimo del 0,1%, la Tasa Tobin generaría  no menos de 100 mil millones anuales según el cálculo realizado por instituciones financieras internacionales,

  •        que según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “40 mil millones anuales, durante diez años, bastarían para financiar la educación, la salud, la alimentación (.) y el acceso al agua potable para todos

  •        que el 11 de abril del 2000, fue lanzado en Washington un Llamado Mundial a los Parlamentarios para el establecimiento de la Tasa Tobin.

“El Consejo Municipal invita al Consejo Administrativo a comprometerse a apoyar todas las medidas que traten de poner en marcha  el impuesto Tobin como así también a solicitar al Consejo de Estado y al Consejo Federal a establecerlo en los niveles nacional e internacional” concluía.

También la presión sobre “Copenhague+5” se vió coronada por el éxito ya que en el  sub-apartado 111 (e)[25] de la Resolución Final quedó explícita la solicitud de que sea realizado un estudio de factibilidad destinado a determinar las ventajas y desventajas de dicha fuente financiera para   los programas de desarrollo social y de erradicación de la pobreza. A partir de entonces quedó integrado un equipo que, dirigido por John Langmore está estudiando la factibilidad de la aplicación de la Tasa Tobin a nivel internacional.

Después de Ginebra, en Suiza, fue Génova en Italia, la que decidió autotitularse ciudad Tobin, precedidas ambas por similares decisiones de Arcata en los EEUU y de cincuenta municipios franceses. En Arcata (California)    su Consejo Municipal   votó una proclama pidiendo la aplicación de la  Tasa Tobin cuyo texto fue leído públicamente por el alcalde y transmitido  por la cadena de televisión local. El consejo Comunal de Génova votó y aprobó a su vez, con algunas abstenciones, un proyecto sobre la aplicación de un impuesto a las transacciones financieras y especialmente la Tasa Tobin cuyo contenido era el siguiente:

“El Consejo Comunal considerando que la mundialización financiera aumenta la inseguridad económica y las desigualdades sociales, que humilla a los pueblos, a las instituciones democráticas y a los estados soberanos responsables del interés general, que es necesario y posible que los ciudadanos hagan prevalecer el interés público por sobre el de los mercados financieros y de las empresas multinacionales; compromete al Alcalde y a la Junta a lograr que el Gobierno Italiano y los miembros del Parlamento europeo apoyen y suscriban las siguientes propuestas:

·         Que se establezca un impuesto sobre todas las transacciones  financieras y especialmente sobre la especulación monetaria (Tasa Tobin) y que el producto sea destinado a la lucha contra las desigualdades y la desocupación,
    Que este impuesto se halle acompañado por medidas de transparencia y de disuasión contra la criminalidad financiera y los paraísos fiscales, sobre todo los localizados en Europa; que el gobierno asuma una iniciativa ejemplar en tal sentido, abriendo el debate sobre tales temas tanto en el Parlamento como en las provincias y solicite que los mismos sean incluidos en el Orden del Día de alguna de las reuniones ordinarias o especiales del Consejo europeo;

  • Que el Gobierno renuncie a firmar acuerdos o tratados como el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI) o la Alianza Económica Transatlántica (PET) que debiliten la soberanía de la democracia  y favorezcan  a la esfera económica y financiera transnacional;
  • Que el Banco central Europeo sea puesto bajo el control político del Parlamento y de los Gobiernos de la Unión europea”.[26]

Continuaba fortaleciéndose, de este modo, el empeño por introducir un debate, que no solo se manifestaba en Europa, (nuevas iniciativas en Italia e Irlanda) en Canadá y los EEUU sino que también comenzaba a tomar cuerpo en Brasil. Efectivamente ya existía también allí un “Frente Parlamentario a favor de la Tasa Tobin” conformado por 100 diputados y al que el Presidente Fernando Henrique Cardoso  había comprometido  su apoyo.

La perseverante labor de ATTAC

La principal impulsora de todas estas iniciativas ha sido sin duda la asociación ATTAC, que hoy cuenta en Francia con más de 30.000 adherentes en más de cien ciudades y que se ha expandido a Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Chile, Dinamarca, España Finlandia, Grecia, Irlanda, Italia, Marruecos, los Países Bajos, Noruega, Canadá, Senegal, Suecia, Suiza,  Túnez, Uruguay,  Paraguay y Bolivia (y próximamente en Perú)

La creada Comisión de miembros del Parlamento europeo, sobre “Impuestos a los Capitales, Sistemas fiscales y Globalización”, apadrinada por Harlem Desir de Francia y Glyn Ford del Reino Unido, cuyo principal propósito  es el   seguir difundiendo e impulsando el establecimiento de la Tasa Tobin,  no ha cesado de desarrollar, en dicho Parlamento, un nutrido programa de conferencias, seminarios y reuniones con organizaciones no gubernamentales de los países del Norte y con grupos internacionales como el G7, el G20, e instituciones financieras como el FMI y las Naciones Unidas. Y aunque parezca poco creíble son intensos y sostenidos los esfuerzos que está siendo necesario realizar para obtener de gobiernos pretendidamente democráticos  una simple respuesta a los pedidos de encarar investigaciones serias sobre la posibilidad de instrumentar la aplicación de la Tasa Tobin. La razón más probable es que vivimos en un mundo en que una minoría rica y sus agentes financieros tienen una desmesurada influencia sobre los tiempos gubernamentales y que los impuestos tipo Tobin constituyen una amenaza a su hegemonía.

Estos impuestos  significan un vehículo mediante el cual los demás miembros de la sociedad civil pueden volver a reivindicar su derecho a controlar el futuro financiero y en consecuencia su futuro político. Como expresa Alex C. Michalos, Profesor   de Ciencias Políticas de la Universidad de la Columbia Británica del Norte: “este tipo de impuestos podría generar dos importantes beneficios. El primero, una tasa básica de, digamos, un 0,02% (sobre una base de dos puntos), sobre todos los pagos proveería un flujo estable de ingresos desde el mercado global que permitiría financiar importantes problemas de la comunidad planetaria, tales como la eliminación de la pobreza, de los sin techo, las enfermedades y la degradación del ambiente y también disponer de una reserva para la educación, la alimentación, la protección y la esperanza. El segundo, un alto impuesto  de hasta un 100% sobre los pagos (un tributo suficientemente eficaz sobre las ganancias del capital) para volúmenes superiores a  lo normal  que posibilitaría a los gobiernos combatir a los especuladores monetarios imponiéndoles un tributo en lugar de elevar las tasas de interés  que provocan recesión y desocupación o el agotamiento de las reservas en dinero extranjero. Es comprensible que a la luz de estas promesas, los impuesto tipo Tobin, continuarán atrayendo la atención de mucha gente en este preciso momento de la historia”.

“Nadie pretende -  agrega -  que turbando a los mercados financieros, estos impuestos resuelvan todos los problemas existentes; pero creemos que pueden formar parte importante de la reforma de la arquitectura financiera mundial.[27]

La reconstrucción del Sistema Financiero Internacional

Se creía, como lo explica Bruno Jetin[28] “que la total libertad de desplazamientos de los capitales de un extremo al otro del planeta,  impulsada por los inversores y apoyada por los gobiernos de los países del G7, aceleraría el crecimiento mundial y la reducción de la pobreza. Sin embargo se multiplicaron las más grandes crisis y  se agravaron la pobreza y los males que la acompañan. ¿Qué soluciones proponen el G7 y las instituciones internacionales que ellos controlan (el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial)?  Mejor información económica, mayor transparencia de los mercados, mayor prudencia en el comportamiento de los inversores, la pomposamente calificada “Nueva arquitectura financiera internacional”. Propuestas todas ya escuchadas y en parte puestas en práctica sin éxito alguno durante la crisis de la deuda de los Países del Tercer Mundo, a principios de los 80,  que no impidieron la repetición de las crisis durante los años 90, como la ocurrida en el Sudeste asiático. En la base de estos fracasos se encuentra la quasi religiosa creencia en la eficacia de los mercados y la sacrosanta libertad de desplazamiento de los capitales.

“La propuesta de establecer un impuesto a los mercados de cambios parte de otra lógica. Los mercados financieros se equivocan a menudo  y es conveniente restringir la libertad de desplazamiento de los capitales. La idea es muy simple: un impuesto pequeño, del 0,1% por ejemplo sobre cada cambio de una moneda por otra, permitiría frenar la especulación monetaria. ¿Por qué?, porque los especuladores, es decir los fondos especializados en especular, los bancos, las grandes empresas, obtienen grandes ganancias procediendo al va y viene incesante entre diferentes monedas, provocando fluctuaciones más o menos acentuadas en las tasas de cambio. De tal modo que pagando un impuesto se sentirían disuadidos de continuar cambiando monedas, ya que estas operaciones dejarían de ser rentables. Las operaciones comerciales y las inversiones internacionales, mucho menos frecuentes no deberían pagar, sino marginalmente tales impuestos. Se estima en cambio, según algunas hipótesis, que aumentarían los ingresos fiscales  Considerando una reducción del 50% sobre la cantidad de transacciones cambiarias, estas oscilarían entre los  50 y 250 mil millones de dólares anuales o sea entre 54 y 268 mil millones de euros. ¿A qué podrían destinarse esos ingresos?”

Pareciera prudente aclarar que si bien existen diferentes propuestas y estimaciones sobre el monto en que se debiera fijar este impuesto (0,1%, 0,2% ,0,25%,etc.) e igualmente sobre el posible monto de las recaudaciones, ello se debe a que aún no ha sido posible homogeneizar las diferentes propuestas con el objeto de acordar un denominador común. Pero en el aspecto en que  existe mayor consenso  es en el posible destino  de los fondos.  

Todas las propuestas prevén que deberían servir primordialmente para reducir las desigualdades sociales,  financiar el desarrollo y  preservar el medio ambiente, sin por ello eximir a los gobiernos de sus propias responsabilidades. De acuerdo con el Informe del 2000 del PNUD, faltan en los países en desarrollo, a escala planetaria,  alrededor de 80 mil millones de dólares para poder asegurar los servicios básicos a toda la población. Podría utilizarse también parte de estos recursos para financiar la producción local de medicamentos y el acceso, de los enfermos de Sida, especialmente en Africa, al cuidado de su enfermedad. Las necesidades no son, lamentablemente, lo que falta.

Falta una decisión política

Según Jetin “Si el establecimiento de un impuesto a las operaciones de cambio goza de tantas virtudes ¿por qué hay tanta oposición?”

“El desafío es fundamentalmente político. Para los defensores encarnecidos del poder de los mercados está fuera de todo cuestionamiento aceptar un impuesto sobre las ganancias, aunque fueren especulativas, porque sería como reconocer que la libertad de invertir no conduce, después de dos décadas de haber invertido demasiado dinero tratando de probarlo, al mejor de los mundos. En momentos en que se organizan con éxito movilizaciones en oportunidad de todas y cada una de las cumbres internacionales, la adopción de la Tasa Tobin sería visualizada como una gran victoria política sobre la fatalidad de la mundialización liberal. Se comprende así porqué el Gobierno de los Estados Unidos hace todo lo posible por prohibir toda referencia a la Tasa Tobin en las cumbres y en las instituciones internacionales  e impedir los estudios de factibilidad y  la publicación de obras relacionadas.”

“El desafío es también económico. Los bancos son los primeros actores en los mercados de cambios y serían las primeras víctimas de la Tasa Tobin. No es nada extraño, entonces que se opongan salvajemente a ella”

¿Cuáles son los principales argumentos que se oponen a la Tasa Tobin?

Y continúa: “El primero es que este impuesto es impracticable en el plano técnico. Los expertos responden que las innovaciones técnicas basadas en sistemas de pago electrónico nacionales, indispensables al sistema bancario  y financiero, vuelven su cobro materialmente posible. Estos sistemas permiten identificar la naturaleza de las transacciones y especialmente las transacciones cambiarias, y la identidad de vendedores y de compradores, lo que evidentemente permite cobrarles dicho impuesto. Existen acuerdos internacionales como los llamados “acuerdos de Lamfalussy” que datan de 1988, que establecen el marco jurídico apropiado para que los bancos centrales hagan respetar la legislación de su país a todo aquel que quiera utilizar su sistema nacional de pagos electrónicos. Y por lo tanto de hacer respetar el pago del impuesto. Los paraísos fiscales  y los sistemas privados de pagos llamados “offshore” no podrían eludir por mucho tiempo esta tasa. Solo existen por el hecho de que no hay voluntad política de  eliminarlos. Por otra parte, los capitales no pueden permanecer eternamente confinados en los paraísos fiscales ni usar permanentemente sistemas de pago privados. Tarde o temprano deben salir para realizar inversiones y usar los sistemas oficiales de pago. Se podría cobrarles, entonces, el impuesto con adicionales punitivos. De modo que la Tasa Tobin es técnicamente posible. Pero, ¿es útil y eficaz?”

La Tasa Tobin como instrumento preventivo

Otro de los frecuentes argumentos es que la Tasa Tobin es ineficaz en el caso de ataques especulativos de gran magnitud, como el que condujo a la explosión del Sistema Monetario Europeo en 1992-93, o como el de la fuga de capitales del Sudeste Asiático. La respuesta es que la utilidad de la Tasa reside especialmente en su capacidad de actuar de modo preventivo impidiendo que pequeños ataques especulativos se transformen, al volverlos no rentables, en ataques de gran tamaño. Si, a pesar de todo, se desatara un gran ataque especulativo sobre una determinada moneda se podría aumentar transitoriamente el monto del impuesto como lo propone Paul Berndt Sphan, exceptuando siempre las transacciones vinculadas al comercio y a la inversión. Anunciando públicamente y por anticipado que el impuesto aumentaría automáticamente si las tasas de cambio fluctúan fuertemente, cualquier Banco Central podría desalentar eficazmente la especulación. Si esto no fuera suficiente, nada impide recurrir a las clásicas medidas de control de cambios como lo hizo eficazmente Malasia en 1998, pese a la oposición de los inversores internacionales. Puede completarse igualmente con un impuesto a los  ingresos excesivos de capital, similar al que fuera puesto en práctica hasta hace muy poco tiempo por Chile.”

Un sistema monetario internacional

“La Tasa Tobin – sigue Bruno Jetin -  no es la panacea universal a todos los males del planeta. Pero podría contribuir eficazmente a la reconstrucción de un sistema monetario internacional en el que las tasas de cambio  serían regularmente renegociadas entre los países en función de objetivos de crecimiento y de desarrollo. Un  sistema administrado de tasas de cambio sería menos utópico y menos costoso en lo que hace a la soberanía nacional que la propuesta de R. Mundell (que juzga a la Tasa Tobin como “una idea idiota”) de vincular el dólar, el yen y el euro mediante una tasa de cambio fija para los países en desarrollo. Teniendo en cuenta la enorme heterogeneidad que existe entre dichos países, esta propuesta acentuaría la competencia y tendría devastadores efectos sociales. El requerimiento expresado por el movimiento social a través de la Tasa Tobin como  medida universal, tiende por el contrario a recrear la necesaria solidaridad entre el Norte y el Sur para que finalmente la mundialización beneficie a los pueblos.”

Nuevas objeciones y respuestas

En agosto de 2000, el Ministro de Finanzas francés Laurent Fabius, elevaba al Parlamento el prometido informe del Ministerio de Economía y Finanzas en el que estimaba que “la Tasa Tobin es una idea generosa pero imposible de  poner en marcha por razones técnicas y políticas”. Según dicho informe Francia no lucharía “por imponerla en el plano internacional” pero en cambio defendería “cuatro orientaciones: la lucha contra la delincuencia financiera, la cooperación monetaria regional, el fortalecimiento del poder del FMI y la puesta en marcha de una “ordenada liberalización financiera”.

Nuevamente Bruno Jetin analiza este informe y señala que “Si bien uno no puede dejar de suscribir las dos primeras orientaciones, es inconcebible querer reforzar el poder del FMI sin realizar la menor crítica a dicha institución. Convertida en el santuario del dogmatismo ultra-liberal el FMI no ha logrado ni impedir la crisis de la deuda del Tercer Mundo durante los años 80, ni las repetidas crisis de la mundialización de los 90, en los que el último ejemplo fue el Sudeste Asiático. Y lo que es aún peor  las políticas económicas que impuso   no hicieron más que agravar el costo social sin ofrecer soluciones económicas” y agrega que “En cuanto a la ordenada liberalización financiera es forzoso constatar que los mercados financieros han sido ya desregulados en lo esencial y la liberalización ha probado ampliamente su responsabilidad en las recientes crisis económicas”. Considera luego  el juicio negativo del informe sobre la Tasa Tobin, según el cual: “el lugar de cobro y el monto del impuesto no estarían definidos, su  influencia sobre la especulación sería limitada y existiría el peligro de que se produjeran fuertes deslocalizaciones. Es decir que finalmente no existe consenso político”

Las dificultades técnicas

Refiriéndose luego a las dificultades técnicas mencionadas en el informe, Jetin recuerda que la Tasa Tobin puede ser técnicamente cobrada sobre una base nacional (..) El mercado de cambios es, por sobre todas las cosas, un mercado interbancario muy concentrado. En la mayoría de los países los bancos usan para comunicarse mensajerías electrónicas que permiten identificar la identidad y la naturaleza de la transacción encarada. Las transacciones son inmediatamente registradas en cuentas abiertas en el banco central del país en que se hallan ubicadas. En el caso de una transacción cambiaria, el proceso es algo más complicado pero igualmente válido. Este trámite es una obligación legal objeto de reglamentaciones. Bajo el control del Banco de Regulaciones Internacionales (BRI) estos sistemas de pago nacionales están en camino de homogeneizarse sobre el plano técnico y legal a escala  internacional. Ofrecen la ventaja de asegurar rapidez y seguridad en los pagos, mecánica absolutamente necesaria para los bancos  que no estarían dispuestos a abandonar por la instalación de  un impuesto mínimo”.

“De modo que gracias a las innovaciones tecnológicas, es técnicamente posible en la mayoría de los países establecer un impuesto sobre las transacciones financieras realizadas en monedas diferentes y girar lo recaudado al Banco Central que sería el encargado de asegurar su administración. Recordemos que los bancos centrales ejercen el derecho de rechazar el acceso al sistema  nacional de pagos a todo agente financiero que no respete la legislación nacional. De modo que un agente financiero localizado en un paraíso fiscal que no aplique la Tasa Tobin podría ver denegado su acceso al sistema de pagos de los Estados Unidos o de la Unión Europea, si estos países establecieran dicho impuesto. Los traslados o deslocalizaciones perderían gran parte de su interés. Algunas de las otras ventajas  de este modo de recaudación serían que se involucraría a todos los productos financieros, se limitaría la burocracia a su mínima expresión y al mismo tiempo las posibilidades de corrupción.”

¿En qué niveles debe ubicarse la Tasa para ser eficaz?

“El informe de Fabius critica el impuesto argumentando que tendría poca eficacia sobre la especulación. Tampoco propone otras medidas y sería disparatado imaginar que un FMI fortalecido se transformaría en opositor a la especulación internacional. La especulación es en suma la gran ausente del informe y cuando se  menciona se minimiza sistemáticamente su importancia subrayando en cambio  sus aspectos positivos. En respuesta y sin que aún exista una propuesta definitiva, la idea general es que habría que aplicar un impuesto pequeño del 0,1% cuando la especulación es pequeña y uno del 1,0% cuando es  mayor.  El interés del impuesto a dos niveles  está justificado por la naturaleza de la especulación monetaria. Los especuladores (las empresas, los bancos, los fondos especulativos) tratan de anticipar la tendencia del mercado, comprando monedas a precio bajo, por ejemplo, cuando sospechan que en un futuro próximo todo el mundo  querrá comprar esa moneda y que en consecuencia podrán venderla a un precio mayor. El problema es que todos los que intervienen  en los mercados cambiarios se observan mutuamente y que en algunas circunstancias  la iniciativa de una minoría de especuladores es rápidamente imitada por los demás. Este fenómeno de contagio hace que la anticipación se concrete por sí misma. De modo  que una pequeña especulación se convierte así en una gran especulación”. 

“La finalidad de la tasa es impedir estas transacciones, volviendo poco o nada provechosas la acciones especulativas iniciales de escaso valor. Si, a pesar de todo, la especulación se desarrolla y provoca fluctuaciones en las tasa de cambio de entre el 3 y el 5% por ejemplo, se aplica entonces un impuesto mayor. El carácter automático y conocido del incremento del impuesto reforzaría su carácter disuasivo. La Tasa Tobin actúa pues de manera preventiva y  permitiría, por lo tanto, estabilizar las tasas de cambio monetarias. Si a pesar de todo se desata un   gran ataque especulativo, variando  la paridad monetaria, en pocas semanas, en un 30 o un 50% es evidente que la Tasa Tobin sería insuficiente. Hemos dicho siempre que en tales casos habría que apelar a medidas aún más fuertes, estableciendo controles a las tasas de cambio como se hiciera alguna vez en Francia y más recientemente en Malasia.”

“El informe, que juzga insuficiente la Tasa Tobin, tampoco propone que Francia luche porque cada país tenga el derecho de reestablecer el control de cambios en momentos de crisis. Por falta de coraje político seguramente o  por miedo a no lograr consenso. Pero también es cierto que los combates que no se llevan a cabo están siempre perdidos. Otra elección es posible”  concluye Jetin.

En Latinoamérica

En Chile el senador demócrata cristiano José Lavandero, presentaba a principios de julio de 1999 una ponencia[29] sobre el establecimiento de un impuesto a las transacciones financieras, en el Senado chileno en la que expresaba  entre otros conceptos que  la asociación ATTAC – Capítulo Chile, organización integrada por la Alianza Chilena por un Comercio Justo y Responsable, académicos y otras organizaciones sociales, preocupada por los “devastadores efectos de la transnacionalización y principalmente por la falta de control y la creciente desregulación financiera” se hallaba abocada a impulsar el establecimiento del impuesto Tobin, que además tendría como antecedente en su país la propuesta realizada en 1978 por el economista y senador Alejandro Foxley, consistente en un impuesto a las transacciones en divisas.

En la Argentina entre octubre y noviembre  se presentaban dos nuevas iniciativas. La primera impulsada por el senador provincial de Entre  Rios, Daniel Rosas Paz y la segunda por el legislador capitalino Patricio Echegaray. El senador entrerriano expresaba en un Proyecto de Comunicación que el Senado de aquella provincia vería con agrado que el Congreso de la Nación adoptase las “medidas legislativas que fuese menester para avanzar sobre la implementación  a nivel internacional de la Tasa Tobin” y proponía que “ se remitan copias del proyecto a los Diputados y Senadores de la Provincia de Entre Ríos en el Congreso Nacional para que apoyen la presente iniciativa con propuestas concretas de legislación sobre la Tasa Tobin en nuestro país” Reflexionaba en  los fundamentos el senador Rosas sobre el impacto que puede generar entre los que no tienen trabajo el saber que en una sola operación especulativa se pueden ganar miles de millones y agregaba que  si hoy en día los Mercados tienen más poder que los gobiernos mismos, el pueblo, como en 1810, (en oportunidad de nuestro primer grito de libertad, siendo aún colonia española)  “ quiere saber de qué se trata”.

El Legislador Patricio Echegaray presentaba casi contemporáneamente en la Legislatura de la Cudad autónoma de Buenos Aires un Proyecto de Declaración que consideraba que: “La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires vería con agrado que los Diputados y Senadores que representan a la Ciudad de Buenos Aires, promovieran en sus respectivas Cámaras de pertenencia proyectos dirigidos a apoyar la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales, y se dirigieran al Poder Ejecutivo Nacional a fin de que esa imposición fuera coordinada con los países que integran el Mercosur y la ALADI”.

Como parte de sus fundamentos en lo que al caso específico de la Argentina se refiere,  Echegaray expresaba:  

1.      “Durante la Dictadura Militar y con Alfredo Martínez de Hoz como Ministro de Economía se produjo la APERTURA DE LA CUENTA DE CAPITALES tal como demandaban las orientaciones de política económica de los principales centros financieros y organismos multilaterales, junto a las CTN y los bancos transnacionales. La consecuencia directa ha sido la transformación del mercado local en un centro favorable a la especulación financiera internacional. Entre otros efectos, allí debe ubicarse el incremento inusitado del endeudamiento público entre 1977 y 1983 al momento de la instalación del gobierno constitucional. La deuda pasó de 7.800 millones a 43.000 millones.

2.      En la década del 90 se potenciaron los mecanismos especulativos. Primero con las privatizaciones, que representaron una gran oportunidad de rentabilidad para capitales externos y grupos económicos locales altamente concentrados. Luego con la Reforma previsional de 1994 que buscaba alentar un mercado de capitales financiado por los trabajadores y que hoy maneja cerca de 20.000 millones de pesos (equivalentes a dólares). En todo el periodo se alentaron mecanismos bursátiles y extrabursátiles para alimentar las ganancias de capitales externos ávidos de fáciles ganancias. Durante la década del 90 ingresaron 180.000 millones de dólares. Una porción mínima se constituyó como Inversión Externa Directa y gran parte tuvo destino a actividades especulativas. La deuda pasó en la década de 63.000 millones a 140.000 millones. Entre ingresos y salidas de capitales hubo un saldo de 105.000 millones. Se estima al mismo tiempo que existen otros 115.000 millones de capitales  argentinos en el exterior. Se trata de una cifra que supera ampliamente los 85.000 millones que se reconocen como depósitos del sistema financiero argentino.

3.      Durante la dictadura militar el presidente del BCRA Domingo Cavallo transformó la Deuda Externa Privada en Pública. En los 90, el Estado argentino financió otra vez la acumulación de ganancias de los capitales más concentrados y utilizó el mecanismo del endeudamiento público. Vale mencionar que fue el mismo Cavallo el que inspiró el régimen de convertibilidad que rige desde 1991 hasta la actualidad y que funciona con base en el ingreso permanente de capitales externos, que al 2000 representa una necesidad financiera de 18.000 millones anuales. La apertura de la cuenta de capitales, instalada durante la dictadura militar, es el instrumento que permite el funcionamiento de la convertibilidad y el privilegio de la ganancia a costa de los salarios, el gasto público social y los ingresos de la mayoría de la población.

4.      En los 90 vuelve a crecer el endeudamiento privado con peligro de ser transferido a la esfera pública.   Además, en ese periodo se transformó la deuda con bancos transnacionales en títulos públicos, modificando así la estructura de endeudamiento y legalizando una deuda ilegitima e incobrable, es más, muchas veces cobrada en estos años. El libre movimiento de capitales en la Argentina ha sido el instrumento utilizado en los últimos 25 años para favorecer los cambios regresivos del capitalismo local y generar una mayor dependencia y vulnerabilidad externa de la economía local y  sus consecuencias sociales directas el incremento del desempleo y la pobreza. Esto conlleva la potencialidad de un ataque externo sobre la moneda local, al estilo de las crisis del tequila (94), asiática (97), rusa (98), brasileña (99) y con regresivas consecuencias. Vale mencionar que luego de la crisis mexicana se operó en el país una fuerte concentración y extranjerización de la economía en todas las ramas, particularmente en la banca. Así, si en 1991 existían 167 bancos, de los cuales 35 eran públicos, 101 eran privados nacionales, y 31 extranjeros; ahora quedan 94, de los cuales 15 son públicos, 39 privados nacionales y 40 de capital externo, contando estos con el 51% de los activos.

5.      Ya bajo el gobierno De la Rúa y transitado los primeros 6 meses de gobierno, el balance semestral da cuenta de un ajuste de gastos en relación al mismo periodo del año anterior del orden de los 100 millones y al mismo tiempo un crecimiento de los intereses pagados por casi 600 millones. Ello demuestra que el ajuste fue absorbido por el mayor peso de los intereses de los acreedores externos.

El resultado, entonces, es que bajo la APERTURA DE LA CUENTA DE CAPITALES, solo se obtienen importantes ganancias para el capital más concentrado, principalmente externo e invertido en mercados especulativos, agravando recurrentemente la situación social de millones de argentinos. Se impone poner freno a esos mecanismos y la Tasa Tobin actúa en ese sentido”.

Bélgica no se rinde

El 15 de diciembre la Comisión de Finanzas del Senado belga por iniciativa de varios senadores, Verdes, Socialistas y Social-cristianos insistía en votar una propuesta firmada y aprobada por todos sus miembros (incluido un liberal) cuyo contenido expresaba que teniendo en cuenta:

1-Las dramáticas consecuencias de las crisis financieras sobre el desarrollo.

2-La necesidad de garantizar un mejor control de los mercados financieros.

Solicita al Gobierno:

1–Aprovechar la ocasión de la próxima Presidencia belga de la UE para tomar la iniciativa de ejercer un mayor control sobre los mercados financieros.

2 –Analizar las modalidades de puesta en marcha de un impuesto sobre los flujos de los capitales internacionales. El Gobierno debe comunicar al Parlamento sus puntos de vista con tiempo suficiente como para que este pueda discutirlo antes de la Presidencia belga.

3 – Presentar propuestas concretas al FMI.

4 – Formular propuestas concretas destinadas a fortalecer el papel del FMI en tiempos de crisis, garantizando una equilibrada defensa de los intereses de los países acreedores y deudores y asociar al sector privado en la prevención  y el manejo de las crisis...

Los senadores belgas consideraron también que en ocasión de la Asamblea General de FMI debería solicitársele a sus miembros  una mayor transparencia  en sus sistemas bancarios y financieros y el fortalecimiento de prudentes  normas nacionales de control. Incluían asimismo el requerimiento de fortalecer al máximo el papel del FMI en tiempos de crisis en cuanto a establecer medidas que garanticen una equilibrada defensa de los intereses de acreedores y deudores y asociar al sector privado en la prevención y manejo de las crisis financieras, asumiendo responsabilidades específicas en dicho marco

Como se recordará una presentación similar había sido presentada y aprobada por la Cámara de Diputados belga en el anterior mes de noviembre.

Por otra parte el Intergrupo “ Tasación del capital, fiscalización y Mundialización”  realizó en Bruselas, el 27 de junio de 2001  una audiencia pública que trató, en rueda de economistas, algunos tópicos como: aspectos políticos, técnicos, factibilidad y condiciones de la puesta en marcha de la Tasa Tobin, cómo  recaudarla, cuáles serían sus efectos si en un primer momento se estableciera solo a escala europea, como evitar los riesgos de la evasión fiscal, cual sería el monto de los fondos, quién los administraría y a qué convendría afectarlos prioritariamente y algunos otros que permitirán seguir avanzando sobre la base de algunos estudios ya realizados. Entre los expositores aportaron sus conclusiones : Paul Bernd Spahn de la Universidad Goethe de Frankfurt, Anthony Clunies-Ross de la Universidad Strathcly de Glasgow y Bruno Getin de la Universidad Paris XIII quién a su vez fué el portavoz de los últimos trabajos realizados por el Comité Científico de ATTAC. Estas intervenciones fueron seguidas por una mesa redonda relacionada con la inminente presidencia belga de la UE, de la que participó el Ministro de Economía y de Investigaciones Científicas de Bélgica, Charles Picqué y se insistió en que durante dicha presidencia se incorpore el programa aprobado en ambas cámaras y  por el Consejo de Ministros belga en diciembre del 2000, referido a la realización de estudios de factibilidad y sobre la oportunidad de la aplicación de una tasa a la especulación.

España se suma en los niveles nacional, autonómico y local

Durante el año 2000 (mayo, junio y setiembre) vieron la luz, en España, varias iniciativas. La primera de un grupo de Parlamentarios socialistas, cuyo debate está aún pendiente. La segunda la de  un Grupo Mixto que  solicitaba al gobierno estudiar las posibilidades de su establecimiento e impulsar en el seno de la UE su puesta en marcha, promoviendo un plan internacional para su aplicación. Esta propuesta fue rechazada por la votación en contra del Partido Popular. Y la tercera fue la aprobación por el Consejo Insular de Ibiza y Formentera (Islas Baleares) de una moción en la que manifestaba "su apoyo a la implantación internacional de la tasa Tobin".

El 24 de noviembre se presentaba una nueva iniciativa sobre el establecimiento de la Tasa Tobin. Se trataba de una proposición, no de Ley, sobre la puesta en marcha de una tasa sobre los movimientos internacionales especulativos, presentada por el Grupo Parlamentario Chunta Aragonesista ante las Cortes de Aragón y en la que solicitaba su tratamiento en el Plenario de dichas Cortes.[30] Con anterioridad el Diputado Joan Saura y el Senador José Cabrero habían solicitado a su gobierno la creación de un Comité que estudiase el establecimiento de un sistema impositivo sobre los movimientos especulativos de los capitales.

Poco después, en diciembre, el Grupo Parlamentario Mixto presentó una proposición no de ley ante el Parlamento balear que fue aprobada en abril de 2001. En virtud de la misma, este Parlamento acordaba "apoyar la creación en el seno del Congreso de los Diputados de una Comisión de estudio específica sobre las condiciones de establecimiento a nivel internacional de la llamada tasa Tobin con el fin de gravar las transacciones financieras especulativas en los mercados de cambio y para reunir fondos a favor del desarrollo humano y ecológicamente sostenible de los países empobrecidos del planeta".

Más recientemente, el Parlamento de Asturias ha aprobado una proposición no de ley que manifiesta la necesidad de "introducir criterios y mecanismos que garanticen que los movimientos internacionales de capital contribuyen al desarrollo humano, a la superación de las desigualdades existentes entre pueblos y sectores sociales y al equilibrio ambiental"; expresa la voluntad de esta institución de "participar y colaborar con los foros e iniciativas institucionales y parlamentarias que sobre esta cuestión se planteen" e insta al Consejo de Gobierno a dirijirse al Gobierno del Estado con el fin de que "éste eleve a la comunidad internacional, a través de los foros pertinentes, la necesidad de establecer con carácter urgente la Tasa Tobin".

También los Ayuntamientos catalanes de los municipios de L'Hospitalet, La Llagosta, Rubí, Badalona, Barcelona y Terrassa (que suman más de una tercera parte de la población total de Catalunya) han adoptado mociones municipales que explícitamente censuran el actual curso de la globalización financiera y defienden la aplicación de la Tasa Tobin.

En mayo de 2001 un senador de Izquierda Unida promovía una interpelación en la que planteaba “ la necesidad de crear una comisión de estudio para la puesta en marcha de una tasa sobre las transacciones especulativas en los mercados de divisas, así como el establecimiento de mecanisos democráticos de regulación y control de los mercados del sistema financiero” El Ministro de Economía Rodrigo Rato, en respuesta  a la interpelación, calificó  al debate de “esotérico y estéril” y alegó que el impuesto además de perjudicar la libertad de movimiento de los capitales plantearía cuestiones fundamentales que aún están por resolver como qué organismo fijaría y administraría la tasa. De modo que , según el Ministro, estos interrogantes retrasarían casi indefinidamente la implantación de la tasa y “la lucha contra la pobreza y el hambre no pueden esperar tanto” (!)

En junio de 2001 una delegación de ATTAC-Cataluña compareció ante el Parlamento catalán con el objeto de reivindicar el establecimiento de la Tasa Tobin y solicitar el pronunciamiento sobre su instauración. Su propósito era contribuir  a la aprobación de dos propuestas no de ley sobre este impuesto presentadas en el Parlamento de Cataluña por dos partidos políticos de izquierda (Catalunya-Verts y Grupo Socialista- Ciutadans pel Canvi)

Surgen los primeros apoyos en Oriente

Durante la Primera Cumbre 2001 para el Desarrollo Sustentable, organizada por el Instituto Tata de Investigaciones Energéticas realizada en Delhi, India, el Primer Ministro indio, Atal Behari Vajpayee, propuso en su discurso inaugural establecer en el nivel internacional un impuesto a los flujos de capital entre países desarrollados y de los capitales repatriados desde los países en vías de desarrollo. Este dinero podría ser destinado a un Fondo Internacional de Lucha contra la Pobreza. Fondo que podría servir  para saldar deudas, reducir la pobreza, devolver medios de subsistencia a países devastados por las crisis provocadas por los movimientos de capitales, etc. ayudar a los países a mejorar la competitividad y favorecer la adopción de tecnologías, el aumento de la producción alimentaria, de las energías renovables en regiones agrícolas, etc.

Participaron de esta Cumbre Dirigentes internacionales, intelectuales, ecologistas. A su sesión inaugural concurrieron Mark Mallow Brown administrador del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y Maurice Strong, Presidente de la Universidad de la Paz de la ONU.

Vajpayee insistió igualmente sobre la necesidad de incrementar significativamente los recursos de los gobiernos de los países en vías de desarrollo para que puedan concretar sus proyectos de desarrollo y sus programas de erradicación de la pobreza. Subrayó también la necesidad de aumentar las instituciones bilaterales y multilaterales. “Esto implica por parte de los países industrializados una voluntad política mucho más fuerte que la que hoy en día se comprueba” agregó.

“Lo que nos hace falta es   una estrategia coherente y global a escala mundial que implique la total movilización de nuestros recursos económicos, sociales, culturales y tecnológicos” dijo, destacando que un modelo económico estrechamente limitado no podrá jamás acabar con la pobreza mundial ni desembocar en un modelo sustentable

Apoyándose en datos del BM dijo que un sexto de la población mundial se reparte el 78% de los ingresos mundiales mientras que las 3/5 partes de la población mundial vive en los 61 países más pobres que solo cuentan con el 6% de los ingresos mundiales. Según el Instituto WIDER crecen aceleradamente las desigualdades económicas y cada vez hay más pobres, tendencia que se agudizará en el próximo decenio. Un reciente análisis del BM revela que las barreras aduaneras de los países ricos y las subvenciones agrícolas cuestan a los países en vías de desarrollo – por pérdida de oportunidades de exportación – mucho más que lo que reciben como ayuda.

Suecia, ante su próxima presidencia de la UE

En Suecia la Diputada Primera Ministra Lena Hielm-Wallen  declaró ante ATTAC: “Estoy de acuerdo con la Tasa Tobin” Esta declaración precedió a la  presidencia de la UE  que esta ejerciendo actualmente Suecia  hasta junio del 2001.

Anteriormente los miembros del Intergrupo “ Tasación del capital, Sistemas Fiscales y Globalización” habían decidido  hacer una apelación oficial a la Presidencia del Consejo europeo de la UE para que reiteren la iniciativa llevada a cabo durante la Presidencia Francesa de la Unión. Durante las próximas sesiones plenarias del Parlamento en Estrasburgo, plantearán verbalmente algunas cuestiones relacionadas con la posición del Consejo y las iniciativas de la Presidencia sueca con relación a la Tasa Tobin. Además, se plantearon debates similares en el Parlamento sueco.

En el Foro Social Mundial

Entre el 28 y 29 de enero de 2001 en el marco del Foro Social Mundial se realizó un Foro Mundial de Parlamentarios al que concurrieron multitud de delegados de diferentes países con la intención de afirmar que existen alternativas a las políticas liberales encarnadas por el Foro Económico Mundial convocado,  como sucede anualmente en la misma fecha, en Davos (Suiza).

A un año de  las movilizaciones de Seattle, este Foro fue la oportunidad de medir el dinamismo de las resistencias ciudadanas y populares a la globalización neoliberal y de trazar nuevas perspectivas de acción solidaria y a su vez medir  las desastrosas consecuencias para la democracia y las condiciones de vida de crecientes sectores de los pueblos del Sur, pero también del Este y del Norte provocadas por las políticas  de las instituciones financieras internacionales, la organización Mundial del Comercio y el G7.

“Nuestro papel - coincidieron los parlamentarios - debe ser prestar apoyo a los sindicatos y a las organizaciones sociales comprometidas con la puesta en marcha de alternativas al orden neoliberal y actuar de modo que sus luchas encuentren una verdadera traducción legislativa”.

“Nos asociamos por lo tanto a las campañas que se vienen desarrollando : contra el inmoral mecanismo de la deuda, a favor de la abolición de las deudas de los países pobres, a favor del establecimiento de un impuesto a los movimientos especulativos del capital mediante la aplicación de una tasa tipo Tobin, a favor de la supresión de los paraísos fiscales, de una profunda reforma de la OMC y de  las demás instituciones financieras y de la puesta en marcha de lo compromisos ecológicos aprobados en la Conferencia de Río 1992. Por el rechazo al patentamiento de los seres vivos y por el éxito de la Marcha Mundial de las mujeres contra toda forma de discriminación, violencia y degradación de su dignidad.”

“Rechazamos además la mercantilización y la privatización de los bienes y de los servicios públicos vinculados a las necesidades básicas de los pueblos.”

“En consecuencia crearemos una red internacional de parlamentarios dispuesta a coordinar nuestro accionar en nuestras respectivas asambleas, a apoyar eficazmente el accionar de los movimientos sociales y ciudadanos y a convertirlos en interlocutores privilegiados en nuestros parlamentos, para encontrar juntos nuevas alternativas”.

De este modo los parlamentarios reunidos en Porto Alegre sentaron las bases del entendimiento recíproco y manifestaron su voluntad de ser verdaderos intérpretes de la voluntad y de las necesidades ciudadanas, incorporando a su trabajo iniciativas que como  la Tasa Tobin, impulsada por ATTAC, contribuyan a generar recursos para solucionar los graves problemas que aquejan a las sociedades que representan.

En el Río de la Plata

En la República Oriental del Uruguay, el senador José Korzeniak, en colaboración con ATTAC-Uruguay, presentó a fines de mayo de 2001 un proyecto de ley por el cual propone que “el estado uruguayo impulse en todos los niveles de sus relaciones internacionales – bilaterales, subregionales, regionales, continentales y mundiales – la aplicación de una tasa a las transacciones financieras especulativas del 0, 1 al 1% (conocida como Tasa Tobin)”

Mientras se concluía este informe una nueva iniciativa hacía su presentación en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina. Efectivamente  el 3 de mayo  de 2001 quince diputados de diferentes partidos políticos elevaron a la presidencia de la Cámara de Diputados un Proyecto de Resolución por la que se recomendaba al Poder Ejecutivo que a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto y de los organismos que corresponda, se exprese “el apoyo de la República Argentina, como ya  lo han manifestado numerosos países del mundo, a la puesta en funcionamiento de un gravamen a las transferencias financieras internacionales de corto plazo.”

Asumida su consideración por parte del Consejo Académico de ATTAC-Argentina, surgió una interesante propuesta que nos parece oportuno consignar: se estima que probablemente el organismo o institución más adecuada para definir y participar en la decisión del posible destino y administración de los fondos así recaudados sería sin duda el Foro Social Mundial convenientemente adecuado a tal fin.

Esta propuesta como así también algunos de sus principales aspectos son actualmente  objeto de análisis y de consideración por parte de dicho Consejo Académico que ha considerado oportuno realizar un exhaustivo estudio sobre las posibilidades de aplicación de la Tasa Tobin en nuestro país.

Y como corolario el 5 de julio de 2001 se realizó en el Congreso de la Nación Argentina la segunda reunión del grupo de parlamentarios que están impulsando, en nuestro país, con el apoyo de ATTAC- Argentina, el establecimiento de la Tasa Tobin.

Durante el transcurso de dicha reunión, celebrada en el salón de los Pasos Perdidos del Honorable Congreso de la Nación, los diputados convocantes con la presencia de senadores nacionales y provinciales y legisladores locales que han presentado proyectos en el mismo sentido, la prensa y los miembros del Comité Coordinador y del Consejo Académico de ATTAC - Argentina, hicieron entrega a nuestra Asociación  de las Firmas de adhesión al Llamamiento Parlamentario Mundial.

En dicha oportunidad hicieron uso de la palabra algunos de los Parlamentarios y de los miembros de ATTAC-Argentina con el objeto de puntualizar algunos aspectos de sus objetivos y puesta en marcha. Fue propósito además de dicha reunión, impulsar la conformación del Grupo ATTAC de Parlamentarios con el objeto de seguir trabajando y concretando la formulación del proyecto que permita establecer las bases de aplicación de la Tasa Tobin.

Un enfoque auxiliar

El 14 de marzo de 2001 en el Parlamento europeo de Estrasburgo, el intergrupo de Parlamentarios " Tasación de los capitales, fiscalidad, mundialización" presentaba el libro "Revelacione$" de Ernest Backes y Denis Robert.[31]

En el explican que todas las transferencias bancarias realizadas en Europa pasan, en principio, por agencias de clearing, especie de cuenta-cheques postales por donde transitan todos los capitales y los valores mobiliarios, acciones y obligaciones de los bancos que cooperan con estas agencias. Estos organismos tienen como clientes bancos y sociedades comerciales o industriales que les confian el cuidado de equilibrar el saldo de las operaciones de transferencia.

“La técnica del clearing nació con el crecimiento logarítmico  de la circulación internacional de capitales. Si se  tratara de identificarlos, de determinar el motivo del movimiento, especulación o inversión productiva, su origen y destino, es en las sociedades de clearing en donde podría hacerse y en consecuencia es allí adonde podría percibirse la Tasa Tobin”, agregan. agregan. agregan. agregan. agregan. agregan.

“Estamos tocando el corazón del sistema, de un sistema en el que se concentran los flujos de capital, un "tubo", un canal como los mismos dirigentes de las sociedades de clearing lo definen”.

En consecuencia concluyen " No es suficiemte que los ciudadanos sepan que existe la Tasa Tobin, es necesario organizarse para imponerla.”

Nuevas adhesiones

Finalmente, es de destacar  que, en el marco del Llamado a los Parlamentarios que apoya la Tasa Tobin, lanzado en Washington en abril del 2000, nuevos parlamentarios de todo el mundo prosiguen adhiriendo permanentemente a esta propuesta. Merecen citarse la adhesión de varios países africanos y la del ex primer Ministro de Finanzas de Austria, Rudolf Edlinger.

Son actualmente más de 600 los Parlamentarios[32], representantes de 32 países de los cinco continentes, que han firmado la Convocatoria

El siguiente listado  incluye los 10 países con mayor cantidad de Parlamentarios firmantes:

Reino Unido: 142 – Francia: 129 – Suecia: 72 – Bélgica: 50 – Argentina: 36 – Canadá: 33 – Italia: 29 – España: 20 – Alemania: 17 – Dinamarca : 11 - Australia:10

El Intergrupo del Parlamento europeo “Tasación del capital, fiscalización y Mundialización” se congratula por el anuncio dado a conocer hoy por la futura presidencia Belga de la Unión Europea, en que informa que incluirá en el Orden del Día del Consejo ECOFIN a realizarse entre el 22 y el 23 de setiembre de 2001 en Liège, el tema de la Tasa Tobin.

El anuncio ha sido ocasión para la realización de reuniones sobre la Tasa Tobin de economistas convocados a una mesa redonda sobre la Presidencia belga a la que asistieron Charles Picqué, ministro belga de Economía e Investigaciones Científicas, el senador belga Guy Monees, la Vice-presidente de ATTAC- Francia Susan George y la representante de las redes belgas contra la especulación financiera Sophie Charlier.

En el transcurso de las reuniones de los economistas, el profesor Anthony Clunies-Ross de la Universidad Strathclyde de Glasgow, Bruno Jetin, Jefe de Conferencias de la Universidad París XIII y el profesor Paul Berndt Spahn de la Universidad Goethe de Frankfurt explicaron al público, a los Diputados europeos y a los representantes de ONGs de varios países de Europa, las diferentes posibilidades técnicas de establecer un impuesto sobre los mercados internacionales de divisas. El profesor Spahn que fue consultor del FMI, presentó su propuesta de impuesto a dos niveles, uno tipo Tobin de muy bajo monto (0,02%) que generaría recursos del orden de los 60 mil millones por año, es decir mucho mayores que las actuales ayudas públicas al desarrollo y el otro inspirado en mecanismos del antiguo sistema monetario europeo que sería mucho más alto y que se pondría en funcionamiento cada vez que una moneda escapase brutalmente de determinados niveles de fluctuación. Los economistas demostraron de que manera un impuesto sobre las transacciones cambiarias podría ser unilateralmente puesto en marcha.

El profesor de Derecho de la Universidad VUB de Bruselas, Lieven Denys, respondió a los argumentos de la Comisión europea sobre una pretendida incompatibilidad de la Tasa Tobin con los tratados europeos, demostrando que esta podría ser creada en total acuerdo con el artículo 93 del tratado CE. Recordó además que la independencia del Banco Central europeo (BCE) no podría ser un argumento que se opusiera a este impuesto, dado que el BCE es el encargado de la política monetaria mientras que la política de tasas de cambio es un resorte del Consejo al que le asiste el derecho de ordenar al BCE la puesta en marcha de una medida de esta naturaleza.

“No existen más argumentos intelectuales o técnicos contra la incorporación de un impuesto que permita yugular la especulación monetaria, destructora de los medios de existencia de las empresas y de países íntegros.” Declaró Glyn Ford, diputado europeo (Reino Unido, Partido Laborista), secretario del Intergrupo al concluir los debates.

“Lo que necesitamos ahora son compromisos y proyectos concretos para la puesta en marcha de este impuesto y sobre el nivel óptimo de este o de estos impuestos. Con el objeto de que comience a generar suficientes ingresos como para comenzar a responder a las inmensas necesidades que deben enfrentar los países del Sur en materia de salud, educación, equipamientos de infraestructura y para permitir el retroceso de la enorme pobreza en que se encuentran 1,2 mil millones de personas que viven con menos de un dólar por día” agregó Harlem Desir, diputado europeo (Francia, partido socialista) presidente del Intergrupo.

En respuesta al llamado de varias ONG, tales como ATTAC y la Red belga de acción contra la especulación financiera, esperamos que decenas de millares de personas manifiesten pacíficamente a favor de la Tasa Tobin en oportunidad de la reunión del ECOFIN a realizarse en Liège el 22 y 23 de setiembre del 2001. Los estados miembros no deben bloquear la iniciativa de la presidencia belga sino  por el contrario aprovechar la ocasión para impulsar en conjunto la aplicación de un impuesto a las transacciones financieras en el seno de las instituciones internacionales.

Otro mundo es posible

En estos momentos unos sesenta parlamentarios europeos se han comprometido a la formación de una Red Internacional de Parlamentarios. Esta Red se inició en enero pasado en Porto Alegre, como conclusión del Primer Foro Social Mundial.

Se incluye una copia de la carta[33] dirigida a los parlamentarios nacionales sobre este tema. Los comités ATTAC, como también otras asociaciones interesadas en el desarrollo de esta Red Mundial de Parlamentarios pueden informar sobre esta iniciativa a los parlamentarios con los que colaboran.

Como su redacción  lo indica esta carta está especialmente dirigida a los miembros de los parlamentos europeos pero puede ser igualmente destinada a los demás parlamentarios del mundo.

El Comité ATTAC de las Instituciones Europeas (ATTAC-IE) euro.institutions@attac.org agrupa no solo a parlamentarios sino también a otros funcionarios internacionales.

Conclusiones

Como dice Ana Castillo[34]: “Sin obviar el oportunismo electoralista que puede, en parte, motivar estas iniciativas o las contradicciones existentes en el proceder de ciertos partidos políticos respecto a este tema, es indudable que los posicionamientos políticos – junto con las campañas de presión política y sensibilización e información de la opinión pública - contribuyen a consolidar la dimensión pedagógica y emblemática que ha alcanzado la tasa Tobin. En un momento marcado por la emergencia de una sociedad civil mundial que converge en torno a preocupaciones comunes y propuestas de alternativas, la reivindicación de la tasación del capital transnacional es capaz de canalizar acciones de denuncia y de sensibilización respecto a algunas de las inquietudes sociales más lacerantes de hoy día, como son:

- Las actuales relaciones de poder, basadas en el predominio de las finanzas sobre los intereses generales, el medio ambiente, el Estado del bienestar o el ejercicio democrático de la política;

- Los efectos agravantes de la globalización financiera sobre la vida de las personas que se concretan en la precarización de las condiciones de trabajo, la inseguridad económica, la degradación de los servicios públicos o el recorte y mercantilización de las pensiones.

- Las abrumadoras desigualdades generadas por un sistema económico que en 25 años ha procurado que los Estados de la OCDE multiplicasen por cuatro su PIB per càpita, al tiempo que ha relegado a la recesión a más de 50 países (muchos de ellos europeos), que disponen hoy día de menos recursos por habitante que hace una o dos décadas.

Tasar los movimientos internacionales de capital puede tener un alcance concreto moderado en lo que se refiere al control de las finanzas internacionales, sin embargo, en cuanto al reconocimiento y aceptación de los principios de regulación, control y fiscalización del capital y de justicia redistributiva podría marcar un antes y un después en la conformación del actual "desorden" económico y financiero internacional. De lograrse un consenso político internacional sobre la necesidad de establecer la tasa Tobin, no sólo se resolverían sin demasiadas dificultades los aspectos técnicos por definir (como el tipo impositivo, el ámbito geográfico y material de aplicación, la gestión o el empleo de los recursos) sino que la propuesta original de J. Tobin podría adquirir este alcance. De hecho, la invocación de la supuesta inviabilidad técnica para rechazar la tasa Tobin casi siempre oculta un desacuerdo con algo mucho más revolucionario que la misma tasa y que son los principios aludidos de regulación, fiscalización y justicia internacionales que el mecanismo lleva implícitos.

Más allá de los intereses partidistas que puedan subyacer, los compromisos políticos a favor de la tasa Tobin constituyen hechos muy esperanzadores tanto para el avance hacia ese nuevo "orden social e internacional en el que los derechos humanos se hagan plenamente efectivos"[35], como para recuperar la fe en la capacidad de la política para traducir las demandas ciudadanas y darles prioridad sobre los dictados económicos”.

Resulta verdaderamente auspicioso, por lo tanto, que países como Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Camerún, Costa Rica, Costa de Marfil, Dinamarca, Finlandia, Estados Unidos,Grecia, India, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Madagascar, Mali, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Senegal, Sudáfrica, Suecia, y Suiza hayan incorporado firmas de sus representantes al Llamado Mundial de los Parlamentarios (la lista completa puede ser consultada en: http://tobintaxcall.free.fr) o hayan presentado en el breve lapso de dos años iniciativas parlamentarias en sus congresos nacionales como Argentina, Bélgica, Canadá, Chile, España,  Francia, el Reino Unido y Uruguay lo que sin duda es un claro síntoma del interés demostrado por la aplicación de la Tasa Tobin a nivel mundial, interés sin duda ampliamente estimulado por la tarea de difusión y de concientización incansablemente realizada, desde su creación en 1999, por la red internacional ATTAC.

                                                                                                     Buenos Aires, julio de 2001

BIBLIOGRAFIA: Informativo El Grano de Arena, nºs 1 al 95, traducción del Courriel d’Information de ATTAC-Francia.

 

[2] James Tobin es un economista, Catedrático de la Universidad de Yale (EEUU) que ha publicado numerosos trabajos sobre temas macroeconómicos. Recibió el Premio Nobel en 1981 por sus investigaciones sobre las relaciones entre la Bolsa y las inversiones en equipamiento de las empresas. Fue asimismo uno de los tres miembros del Consejo Económico del Presidente Kennedy, período en que colaboró en la puesta en marcha de políticas impositivas y de gastos públicos que permitieron alcanzar el más bajo nivel de desocupación después de la segunda guerra mundial.

[4] Ver Manifiesto - Anexo III

[5] G7: EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón

[6] PC: Parti Communiste ( P. Comunista)

  PRG : Parti Radical de Gauche ( Partido radical de Izquierda)

  PS : Parti Socialiste ( P. Socialista)

  MDC : Mouvement des citoyens ( Movimiento de los ciudadanos)

[7] G8= G7 + Rusia

[9] G20: G8+ Arabia Saudita, Argentina,  Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía

[10] Ver http://attac.org/belgique y www.senate.be

[12] Ver http://attac.org/fra/grou/doc/parlement.htm

[13] Ver http://www.waronwant.org

[14] PSE : Partido Socialista Europeo

    PCF: Parti Communiste Français

    Verdes-ALE : Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea

    GUE : Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea

    ELDR : Partido Europeo de los Liberales, Demócratas y Reformistas

[15] Philippe Villiers y Charles Pasqua fueron los fundadores del RPF ( Rassemblement pour la France et l’Indépendence de l’ Europe)

[16] LO:Lutte ouvriêre (Francia)

[17] UEN: Grupo Unión por la Europa de las Naciones

[18] LCR:Ligue Communiste Révolucionnaire

[21]  Ver http://attac.org/quebec

[23] Ver http://tobintaxcall.free.fr

[25]  111.“Promover, a través de acciones internacionales, la movilización de nuevos y adicionales recursos para el desarrollo social por medio del interalia: (...) (e) bis. Conducir un riguroso análisis sobre las ventajas, desventajas y otras implicancias de las propuestas para desarrollar nuevas e innovadoras fuentes de recursos, públicos y privados, destinados al desarrollo social y a programas para la erradicación de la pobreza.

[26]  Ver. http://attac.org/glocal

[27] Publicado en Newsletter nº 38

[28] Bruno Jetin es Conferencista Jefe de la Universidad de París, del Documento “ Reconstruire un nouveau système financier international” publicado en: http://www.attac.org/fra/list/doc/jetin.htm

[29] Ver texto Anexo X

[31] Denis Robert et Ernst Backes, " RÉVÉLATION$ ", Février 2001, Les
Arènes, Paris, 455 pages, 138 F.

[32] Fuente:  Newsletter of the Parliamentarian World Appeal for the Tobin
Tax
http://tobintaxcall.free.fr Number 2 - April 2001

[34]  Ana Castillo es una activa militante de ATTAC- Cataluña  (attac-catalunya@pangea.org)

[35] Al que se refiere la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada en 1948 (art. 28).